Temporada 2021/2022. Jornada 35 de Liga. El Mallorca acaba de caer por dos goles a seis frente al Granada en el estadio de Son Moix en lo que fue sin duda una goleada sonrojante. El equipo de Javier Aguirre está en descenso, es antepenúltimo con 33 puntos y la jornada siguiente visita el Sánchez Pizjuán para enfrentarse a un Sevilla situado en zona de Liga de Campeones y en plena carrera por abordar la tercera posición. Misión imposible. O casi. En el punto de mira de los seguidores y de los medios la actuación del portero Sergio Rico, que llegó en el mercado de invierno procedente del PSG para intentar estabilizar la portería del Mallorca, pero que lejos de hacerlo con sus actuaciones está aumentando las dudas y evidenciando que con él bajo los palos la reacción es imposible.
Faltan tres jornadas para la finalización del campeonato y la salvación está dos puntos por encima. Difícil no. Lo siguiente. Durante la semana suenan tambores de guerra y vientos de cambio. Cambio en la portería donde es evidente que hay que dotar de mayor seguridad a la zaga porque de lo contrario será imposible mantenerse. Además, Sergio Rico regresa al Pizjuán para enfrentarse a su exequipo con la carga de presión añadida que eso representa. Aguirre les dijo a sus futbolistas esa semana que no eran todavía de Segunda y que les quedaban tres balas y había que aprovecharlas. El mexicano empezó dando un golpe de timón necesario y situando a Manolo Reina de nuevo bajo los palos en una decisión clave para el futuro del Mallorca. El choque fue poco a poco encaminándose al final y ya sobre el minuto 90 el cartelón enseñó el tiempo añadido. Había que alargar siete minutos más la agonía. Y el Sevilla se lanzó a por todas a por el triunfo. Justo en el tiempo límite, un balón llegó centrado desde la banda derecha y encontró espacio entre el punto de penalti y la línea de gol.
Ahí se eleva por encima de la defensa En-Nesyri que dirige la pelota hacia la portería. Reina no tiene apenas espacio para calibrar la dirección que tomará el esférico ni la potencia, pero se mantiene frío, calculador, estático hasta que observa hacia dónde puede ir el balón y entonces alarga la mano, se estira hacia la izquierda y con un sutil rebote envía la pelota a córner. Final del partido. El equipo rojillo salvó un punto que le situaba por encima del Cádiz y el salvaba del descenso.
Ahora el Mallorca vuelve a un campo talismán y lo hace con la intención de mejorar sus registros lejos de casa. Estos han bajado enteros tras el parón del mundial. Ha perdido los tres partidos disputados y en ninguno de ellos anotó ningún gol. Cayó frente al Getafe (2-0); también en El Sadar (1-0) y en contra el Cádiz en el Nuevo Mirandilla (2-0). En los tres partidos además hubo momentos de enorme vacío donde el equipo por momentos desapareció. Aguirre quiere devolve al equipo por la buena senda, también lejos de Son Moix. El Pizjuán es un estadio difícil, pero al menos trae buenas vibraciones.