Javier Aguirre tiene trabajo en los descansos de los partidos porque de un tiempo a esta parte sus futbolistas deciden tirar los primeros 45 minutos. Posiblemente son conscientes de que no pueden ganar el encuentro en el primer periodo, pero deberían saber que sí se puede perder. Con un Amath que demuestra que es un gran revulsivo, pero no un buen titular y con Baba que es titular y debería estar en la grada, el Mallorca no tuvo protagonismo en el juego antes del descanso, un rol que cambió en el segundo periodo con la entrada de Grenier. Hay que ver lo mal que lo debía hacer Baba para que el francés mejorara las prestaciones del equipo. Al menos Galarreta tuvo la posibilidad de frenar, ralentizar y encontrar a alguien que sabía qué hacer con el balón. Que ya es mucho.
Con un equipo más reconocible, el Mallorca tuvo protagonismo en el campo rival y cuando provocas noticias de medio campo hacia adelante puede que pasen cosas y pasaron cuando Maffeo metió un pase al interior del área para que Dani sacara su furia y marcara. Eso ocurre cuando das un paso adelante y dejas de recular hacia atrás. El Mallorca tiene sus limitaciones, pero lo cierto es que cuando arriesga algo es superior a rivales de su misma Liga. Este sábado además tiró de oficio. Partido de seis puntos. Rafael Lladó en el cielo estará muy feliz. Va por él. Otro mallorquinista que rema desde ahí arriba