Una nueva investigación a los Phoenix Suns de, hasta el momento, Robert Saver acaba con más casos vejatorios por parte de miembros de la cúpula directiva de la franquicia del propietario del Real Mallorca. La búsqueda de información ha terminado con nuevos abusos a los empleados, que denuncian un ambiente muy tóxico en las oficinas de los Suns. Abusos verbales, maltrato de empleadas embarazadas y casos de amenazas por parte de importantes directivos. Estas son las principales denuncias que aparecen en el informe al que ha tenido acceso la ESPN.
Si Sarver fue el foco mediático en el último escándalo, esta vez es el del consejero delegado Jason Rowley, según asegura la citada cadena estadounidense tras entrevistar a más de 20 empleados del equipo. El importante banquero fue sancionado por la NBA de manera bastante delicada al prohibirle el acceso a los pabellones de los Suns y los Mercury y una multa de 10 millones de euros. «Sarver creó la cultura (de la mala conducta), pero los ejecutivos la mantuvieron», comentó uno de los empleados de los Suns.
Con esta nueva polémica, la figura de Rowley está en el foco de la discusión y su puesto en la franquicia está en la cuerda floja. Sin embargo, el contrato del consejero delegado incluye una cláusula en la que tan sólo Robert Sarver puede despedir y fichar un nuevo directivo en sustitución del actual.
La saga oscura que viven los Phoenix Suns se sigue alargando y ya suma su tercer capitulo. Tras iniciarse las investigaciones sobre las actitudes de Sarver, en noviembre de 2021 y que se saldaron con la ya mencionada sanción al máximo accionista del Mallorca, la situación de Rowley sacude una vez más a una de las franquicias en mejor estado de salud deportiva y económica de la NBA.