Javier Aguirre, entrenador del Mallorca, cree que su equipo merecía algo más del partido de este sábado frente al Sevilla. «Pienso lo mismo que el día del Elche: no sé si merecíamos ganar, pero sí que no merecíamos perder», empezaba recordando el mexicano desde la sala de prensa de Son Moix. »El partido no era para perder. Ellos tiraron una vez y fue gol; nosotros cinco y no marcamos. Es un análisis bastante simple por mi parte, pero al final son números. Ellos se llevan los tres puntos y nosotros nos quedamos sin nada. Felicito a mis jugadores porque se entregaron, porque somos un equipo honesto y competitivo, porque corremos y luchamos. En las áreas no pudimos cambiar esta dinámica en la que no encontramos calidad para marcar y luego el portero rival hizo un buen trabajo, con dos o tres atajadas de mucho mérito", resumía el técnico.
Para Aguirre, el golazo de Gudelj suponía un directo a la mandíbula del Mallorca. «El gol es un golpe anímico, indudablemente, pero al final el equipo se repone», reconocía. «Cambiamos a línea de cuatro, metimos dos puntas, gente veloz y fresca por fuera y el equipo estuvo vivo hasta el final. No tengo nada que reprocharle a mis jugadores. El Sevilla es el Sevilla, tiene seis copas de la UEFA y aunque estaba en una mala dinámica tiene jugadores de mucho peso. Nos duele porque no lo hicimos tan mal como para perder», insistía.
A pesar de la derrota, la tercera que sufre en casa el Mallorca esta temporada, Aguirre se siente orgulloso de sus futbolistas. «He felicitado a los jugadores por su compromiso. Kang perdió cuatro kilos durante la semana por un cuadro gripal importante y quiso jugar y se exprimió, era imposible sostenerlo. El compromiso, la solidaridad de este equipo y el esfuerzo se percibe y la gente lo valora. Nos ganó el Sevilla, el Madrid, el Barça y el Betis, pero competimos contra todos. Nuestra liga es pobre en cuanto a puntos, pero hemos mejorado paulatinamente el juego. Ahora vienen dos salidas importantes y hay que rearmarse, rotar y darle frescura al equipo», destacaba. Además, explicaba que Baba «tiene un buen golpe en la rodilla» con el que «no podía más» y que «Grenier se tuvo que ir a casa porque estaba vomitando y evacuando». «Nos dijo que su mujer y sus hijas llevan unos días igual», contaba el técnico. «Son imponderables. Armamos un equipo sólido e intentamos que todos se sientan importantes».
En cuanto al peso de la ausencia del sancionado Muriqi, Aguirre le quitaba importancia: «Estoy contento con Abdón y Ángel. Son distintos a Vedat pero nos dan mucho en otras cosas. No me cuadra el rendimiento con el resultado final, pero tengo un gran vestuario», concluía.