El cincel y el martillo de Javier Aguirre han conseguido esculpir un Real Mallorca con cara y ojos. Siete meses después de su aterrizaje forzoso en Son Moix, el equipo balear ha absorbido la personalidad del entrenador mexicano y en un mes y medio de competición ha reforzado sus señas de identidad. Sin prisas y sin tener que soportar el peso de la clasificación sobre los hombros. Pese a la derrota contra el Barça del sábado (0-1), el conjunto bermellón sigue nadando cómodamente en las aguas templadas del campeonato, lejos de la marejada de la parte sur de la tabla. Sabe a lo que juega, se ha mostrado aplicado en todas sus representaciones y promedia más de un punto por jornada después de pasar por las manos de los dos grandes. Unos registros tan mejorables como sólidos que serán sometidos a examen durante un mes de octubre en el que apenas habrá tregua.
PORTERÍA
Una posición rehabilitada
De una temporada a otra, el Mallorca ha pasado de tener una portería bajo sospecha —utilizó a cuatro guardametas distintos— a contar bajo el larguero con un muro de cierta altura que solo han superado en juego el Madrid y el Barcelona, porque Betis y Girona lo hicieron de penalti. Pedja Rajkovic, que poco pudo hacer para aplacar a Robert Lewandowski, ha ido siguiendo una línea muy regular, ha mantenido la portería cubierta de hormigón en tres ocasiones y ha salvado algún que otro punto, como el de Bilbao. A su espalda tiene a todo un internacional sub'21 como Leo Román —la semana pasada fue titular contra Noruega— y, si todo sigue su curso, tras parón del Mundial también estará disponible el eslovaco Dominik Greif.
DEFENSA
Los cimientos del equipo
La defensa es el origen de todo en el Mallorca de Aguirre. El kilómetro cero. La casilla de salida. El mexicano ha forrado de piedra al equipo de cintura para abajo después de instaurar un esquema con tres centrales y dos carrileros con terreno por delante por los costados. Además, ha encontrado las piezas adecuadas para desarrollarlo. Junto a Raíllo y Valjent, ambos fijos, ha hecho crecer a Copete, que de momento no ha desentonado como jugador de Primera. La alternativa al de Écija y el cuarto hombre de la muralla es Matija Nastasic, un tipo experimentado del que solo ha podido echar mano en el Bernabéu, y el abanico de centrales se cierra con Franco Russo, inédito en lo que llevamos de curso. La titularidad en las orillas también está asignada. Maffeo y Jaume Costa son fundamentales para este Mallorca, aunque está por ver si el escalón con respecto a sus recambios no es demasiado pronunciado. El sábado, sin ir más lejos, se estrenó en Primera Braian Cufré por los problemas musculares de Costa. El relevo de Maffeo, probablemente el futbolista más en forma de la plantilla, es Gio González. Hasta ahora, el uruguayo tampoco ha tenido minutos esta temporada.
CENTRO DEL CAMPO
La franja más ancha
El trivote del centro del campo es una de las partes más cambiantes y profundas del equipo. Aguirre destapó la campaña jugando con Battaglia, Dani Rodríguez y Clement Grenier y el otro día retó al Barça con Baba, Galarreta y Antonio Sánchez. Dos unidades completas y complementarias. En esa dirección, destaca el momento de Galarreta tras superar una grave lesión de rodilla. El centrocampista eibarrés lució frente al Barça su versión más seductora y el equipo lo agradeció. Ya demostró en Segunda y en los primeros meses del ejercicio anterior que si está en un estado de forma óptimo puede tener un rol fundamental a los mandos.
DELANTERA
Una pareja consolidada
La delantera es la zona menos móvil del equipo. Vedat Muriqi es insustituible en el puesto de nueve —ha marcado la mitad de los goles del Mallorca— y aunque a su espalda se dibujan varias opciones, Aguirre ha optado por afianzar ahí a Kang In Lee. El coreano está teniendo continuidad y está respondiendo, además de aportar algo de la luz que se había en las acciones a balón parado. Sin Tino Kadewere hasta el mes de enero, una posibilidad alternativa es la de Amath Ndiaye, ya recuperado de la infección que sufría en uno de los dedos de un pie, o incluso la de Lago Junior. Arriba, Abdón Prats y Ángel Rodríguez, con muy poca presencia hasta la fecha, siguen esperando su momento.