El Mallorca ha finalizado la pretemporada en plena temporada. Cuatro partidos ha tardado el club en cerrar la plantilla por lo que todos los análisis que puedan llevarse a cabo hasta ahora tienen más de virtuales que de reales. Hasta el último día de mercado el equipo no tuvo la plantilla completa y además la falta de agilidad del club impidió que los dos últimos recién llegados, Kadewere y Nastasic pudieran jugar al no disponer de la documentación necesaria al margen de que las operaciones se llevaran a cabo en la Liga. Ortells además ha fiado el centro del campo a la recuperación de Iñigo Ruiz de Galarreta sin encontrar sustituto a Salva Sevilla en lo que se presume un error garrafal con vistas al desarrollo de esta primera fase de la temporada. En consecuencia, estas primeras cuatro jornadas el Mallorca ha jugado sin un capitán claro en la sala de máquinas.
Es cierto que con el esquema de Aguirre la zona de creación carece de importancia porque basa su plan en meter pelotazos desde las bandas a Muriqi, pero es imprescindible de vez en cuando sostener la pelota, frenar y acelerar y eso lo hacía Salva en la mayoría de partidos. En muchos no fue titular o no finalizó, pero su presencia en el campo permitía tener un referente para el resto de jugadores. Ese punto cardinal se ha perdido. Ni Battaglia, ni Antonio Sánchez ni Baba, ahora lesionado, tienen la brillantez del andaluz y solo Galarreta puede hacer de Salva, pero el guipúzcoano por el momento se está probando. Aguirre arriesga lo justo como es lógico y todavía queda para poder ver al jugador que todos los aficionados recuerdan del pasado curso.
Impulsos
A la espera de su regreso real, el Mallorca se mueve por impulsos, de forma intermitente. El trabajo defensivo es sólido, pero debe mejorar con la presencia del experimentado jugador serbio recién llegado. Eso y las prestaciones de Rajkovic que ha recuperado la solvencia en el área después del fiasco de Sergio Rico, hacen que sin balón el equipo defensivamente funcione. Pero el mexicano quiere econtrar el equilibrio entre cerrar atrás y dar un paso adelante y eso es lo que más está costando en estos momentos. Con las luces apagadas en la sala de máquinas los principales recusos ofensivos son las cabalgadas por la banda de Maffeo y Jaume Costa metiendo balones al corazón del área para que Muriqi se luzca. El problema es la previsibilidad de este plan. A Vedat las defensas ya lo conocen y sin ir más lejos el Girona sometió a un férreo marcaje al delantero. Pese a que pudo rematar en dos ocasiones no acertó y el resto del partido tuvo dificultades para zafarse de sus guardaespaldas.
A partir de ahora el Mallorca tendrá el recurso de Tino Kadewere, un jugador diferente al resto y que ofrece rapidez, capacidad de desborde y pegada. Abdón, Amath y Angel exhiben otro tipo de recursos, pero el problema sigue siendo el mismo, la dificultad para mostrar ideas en al zona ancha. Esa es la gran asignatura pendiente del Mallorca y del director deportivo este verano. Seguramente en el mercado de invierno se deberá encontrar una solución y hallar a un jugador que pueda refrescar las piernas de Iñigo porque cuando esté en forma seguramente se converirá en un futbolista imprescindible e irremplazable en este Mallorca.
Puntos
Pese a las dificultades para generar fútbol, el Mallorca ha sumado cinco puntos en este inicio de temporada: uno ante Athletic y Girona y tres contra el Rayo, aunque todavía no ha podido brindar una victoria a su afición en Son Moix. El curso pasado, después de cuatro encuentros sumó siete puntos, dos más que ahora, aunque después encadenó cuatro partidos más sin ganar.
El próximo fin de semana el equipo de Aguirre visita el campo más complicado del Primera, el Santiago Bernabéu. No parece el Real Madrid actual un rival al que se le pueda meter mano y más con la idea del mexicano donde no encajar es la máxima. El choque ante el conjunto blanco dependiendo de cuál sea el plan puede ser muy largo, aunque en Chamartín la verdad es que hay pocos planes que terminen con final feliz.