Un nuevo terremoto ha sacudido la selección española femenina de fútbol. El grueso de las integrantes del combinado nacional, que cuenta entre sus filas con las mallorquinas Patri Guijarro y Mariona Caldentey, han pedido la dimisión del técnico, Jorge Vilda, que, a su vez, les ha trasladado su intención de continuar en el cargo hasta que expire su contrato en 2024. Como ya sucediera con su predecesor en el cargo, Ignacio Quereda, las futbolistas se han opuesto a la continuidad del máximo responsable del grupo.
Las jugadoras han perdido la confianza en Jorge Vilda y consideran que necesitan un cambio para ofrecer su mejor versión en las grandes citas. Las capitanas del equipo, entre las que se encuentra Patri Guijarro, le comunicaron al seleccionador su postura en la concentración que se está desarrollando en Las Rozas como preparación a los dos últimos encuentros clasificatorios para el Mundial. El técnico mantuvo un encuentro en grupo y posteriormente reuniones individuales para explicar su postura de mantenerse en el cargo.
Días atrás, el seleccionador Jorge Vilda aseguró que está «sorprendido» por las declaraciones de Nerea Eizagirre después de que la jugadora se mostrara muy crítica con él tras no haber entrado en la convocatoria para la Eurocopa de Inglaterra. «Me sorprende. Es una jugadora a la que tengo especial cariño. Ha jugado diez partidos con la absoluta, ha venido a casi todas las convocatorias. Me sorprende que diga que hay compañeras que han jugado menos y que ella no ha estado, supongo que será por la frustración y las ganas», señaló. «Su demarcación es de extremo izquierda, este año está jugando de interior derecha. De extremo izquierda llevamos a Mariona Caldentey a Athenea. De interior derecha ha estado Aitana Bonmati, Irene Guerrero, Tere Abelleira... piensa que tendría que estar por encima de ellas. Es su criterio y el nuestro en ese momento ha sido otro», añadió.