Tras toda una vida haciendo maletas y encadenando cesiones, a Pablo Carmine Maffeo Becerra (Sant Joan Despí, 1997) le llega el momento de la estabilidad. La permanencia le brindó la posibilidad de seguir en el Mallorca hasta 2026 y mientras se aplica las pinturas de guerra pensando en la nueva temporada solo se marca dos objetivos: sufrir un poco menos y crecer un poco más.
—¿Cómo llega el Mallorca a la línea de salida?
—Con muchas ganas, sobre todo. Con mucha ilusión. Las primeras jornadas son bastante importantes para hacer un colchón de puntos. Tenemos que estar mentalizados.
—La temporada pasada lo que se sumó en esta fase fue fundamental.
—Así es. Hicimos un inicio espectacular y sabíamos que íbamos a sufrir. Este año también vamos a estar peleando y todo lo que podamos sacar desde ya será bueno.
—A nivel personal se abre una nueva etapa y la posibilidad de encontrar, al fin, la estabilidad.
—En Mallorca estoy súper feliz y contento, y eso para un jugador siempre es importante. Ya había dicho que mi deseo era quedarme aquí y en ese sentido estoy bastante tranquilo. Es lo que buscaba en un sitio que estoy a gusto y en el que me siento muy querido. Mi pareja está bien aquí y tengo a la familia cerca. Todo eso ayuda a estar bien. Estoy feliz aquí.
—La pretemporada es tiempo de aprendizaje. Si vuelve la vista atrás, ¿qué diferencia hay con lo que se veía hace un año?
—El hecho de que nos marquen solo un gol de penalti en cinco partidos es muy importante porque al final un equipo como el nuestro debe intentar mantener la portería a cero. Eso te asegura un punto y creo que es lo más positivo, igual que mantener el bloque unido. Si te meten seis, aunque sea en pretemporada, también te jode. Es bueno acostumbrarse a mantener la portería cerrada, aunque sea en amistosos o partidos entre nosotros. Todo eso lo estamos encontrando poco a poco. Yo, al menos, tengo la sensación de que todo va muy bien.
—Aguirre ha construido un Mallorca muy reconocible. ¿Se siente bien integrado en ese esquema?
—Me siento muy cómodo en una defensa de cinco. He jugado casi toda la vida con este sistema; en el Girona con Pablo Machín, en el Huesca con Pacheta… Me manejo la banda como quiero y me gusta jugar así.
—De momento solo hay dos caras nuevas en el vestuario...
—Hicimos un buen grupo, sobre todo al final de la temporada pasada. Fue una de las cosas por las que nos salvamos. Solo hay dos compañeros nuevos y los hemos acogido con los brazos abiertos. Están muy integrados y ellos ponen mucho de su parte. Estamos muy contentos con ellos.
—El mercado sigue abierto. ¿No cree que la plantilla necesita algo más de profundidad?
—Obviamente si llega alguien más es porque el club y el míster así lo quieren. Yo, con lo que veo en los entrenamientos y lo que ha visto en los amistosos, estoy contento por cómo van las cosas. Es verdad que hasta el último día puede pasar cualquier cosa, pero el bloque está unido, es una piña, y me quedo con esa parte.
—El camino empieza en Bilbao, en el campo donde la temporada pasada se sufrió la primera derrota.
—Ya sabemos lo que nos espera. San Mamés es complicadísimo, aunque también es uno de esos partidos bonitos de jugar. A mí me gusta ese ambiente, ir a una guerra. Iremos con todo.
—¿Hay razones para pensar que se sufrirá menos que la temporada pasada?
—Ojalá, porque el año pasado lo pasamos todos muy mal. Había mucho estrés y estábamos muy agobiados. Con muchos de los puntos que se nos escaparon en los últimos minutos la cosa habría sido diferente. No nos vamos a salvar en la jornada 23, eso también lo tenemos claro todos. Lo de la temporada pasada es una experiencia que vamos a tener siempre. Habiendo jugado en el Huesca, en el Girona y ahora en el Mallorca tengo esa lección bastante aprendida.
—Solo se ha disputado una parte de la primera jornada y ya hay polémica con los árbitros...
—Al final van a pitar lo que vean. Pero esto es como todo. Hablar ahora de los árbitros es tirarse piedras contra tu propio tejado. Vi el penalti que le pitaron al Sevilla y tengo mi opinión, claro, pero ya está. Normalmente, los principales perjudicados en estas situaciones somos los defensas.
—¿Se atreve con algún pronóstico para esta temporada?
—Estar lo más arriba posible, sobre todo por encima de los tres de abajo. Creo que haremos una campaña mejor y todo lo que sea estar fuera de esa zona de descenso irá bien. A nivel personal solo quiero seguir trabajando. Creo que la temporada anterior me fue muy bien y estuve muy cómodo. Mi objetivo es seguir en esa línea y mejorar las cosas que todavía me faltan por pulir. No voy a crecerme por lo que hice la campaña anterior, sería lo peor que podría pasarme.