El horizonte del Real Mallorca se ve de otra manera después de la derrota del Cádiz ante la Real Sociedad por tres goles a cero. Es cierto que el conjunto del mexicano Javier Aguirre sigue dos puntos por debajo de los andaluces y ocupa zona de descenso, pero es el mal menor al que se podía exponer el once bermellón tras el desastroso partido ante el Granada.
El punto sumado en el Pizjuán, unido a la derrota del equipo de Sergio González en el Reale Arena, permite aumentar la confianza en la Isla, si bien hay por el momento una máxima que juega en contra y es que el grupo bermellón no depende de él mismo y eso siempre es un problema. Sin embargo, hay vida y por lo tanto hay esperanza.
Este próximo domingo, a las 19:30 horas, el Mallorca jugará contra el Rayo, que ya tiene los deberes hechos esta temporada. Por su parte el Cádiz recibirá al Real Madrid, vigente campeón. Todo está abierto y todos los resultados son posibles. Pero si el Mallorca hace los deberes obliga al Cádiz a no fallar frente a un conjunto madridista en lo que es sin duda un partido muy difícil por mucho que el campeón haya ya finiquitado su trabajo en el campeonato doméstico.
Si el Mallorca no falla ante Rayo y Osasuna en el último partido de Liga, obligará a que el Cádiz tampoco lo haga frente al Madrid primero y contra el Deportivo Alavés en la última jornada que incluso puede llegar con opciones de salvación. Se esperan dos semanas frenéticas en la lucha por la salvación.