Javier Aguirre despreció los puntos en el Camp Nou porque entendió que los importantes eran los que había en juego ante el Granada. El problema es que el mexicano no valoró que no se puede elegir dónde ganar y contra quién. Los esquemas se han roto por completo con la derrota justa y contundente frente al equipo de Karanka. Ahora toca jugar en Sevilla, que no es ni el Barcelona ni el Granada, es mucho mejor que ambos equipos ¿Valen estos puntos o no?
Este sábado se ha visto una diferencia tan abismal entre Mallorca y Granada que insistir en lo que fue el partido es absurdo. Las permanencias se consiguen al final de la temporada y el conjunto andaluz tiene muchas opciones de atarla. Tiene todo lo que hay que tener para salvarse: pundonor, nervio, garra y talento. El Mallorca apenas demostró nada. Tiene jugadores que la tocan, pero no definen y otros a los que se les ha regalado la Primera División.
Echaron a García Plaza, ahora pueden echar a Aguirre y traer otro, pero quien tiene que irse de forma urgente es el tal Ortells. Si se va hoy mejor que mañana. Él y toda su tropa. En Primera o en Segunda. Sarver y Kohlberg no pueden permanecer impasibles a este descalabro. Y las máquinas en la pista de atletismo. Lo que aquí se necesita es derribar a esta inútil dirección deportiva. ¿No se dan cuenta?