Los mallorquinistas más veteranos seguro que recuerdan nítidamente a Paco Copado, un menudo futbolista nacido en Kiel (Alemania) e hijo de padres españoles que en la segunda mitad de los noventa jugó dos temporadas en el club balear y formó parte de la plantilla que ascendió en aquella inolvidable promoción en Vallecas. Un cuarto de siglo después, la saga continúa y es su hijo Lucas el que se asoma a la elite del fútbol europeo a través de uno de sus mayores ventanales. El joven, de solo 17 años, protagonizaba este viernes su primera incursión en la Bundesliga y debutaba oficialmente con el Bayern de Múnich, que perdía en casa contra el Borussia Mönchengladbach (1-2).
Las numerosas bajas con las que el Bayern afrontaba el encuentro (nueve por coronavirus, entre ellas la de Manuel Neuer, a las que se sumó la de Leon Goretzka por lesión) obligaron al técnico de los bávaros, Julian Nagelsmann, a reconstruir el once y a falta de un cuarto de hora le permitieron dar paso a los jóvenes Lucas Copado y Paul Wanner, que sustituían a Tillman y Marc Roca. Y aunque los dos dejaron buenos detalles, no pudieron evitar la derrota de su equipo que, en cualquier caso, mantiene un amplio colchón de ventaja con respecto a sus perseguidores en la clasificación.
Paco Copado, que actualmente tiene 47 años, llegó al Mallorca enero de 1996 de la mano de Bartolomé Beltrán procedente del Hamburgo y disputó 55 partidos con el conjunto rojinegro, con el que también marcó siete goles. Además, jugó en la Bundesliga con el Unterhaching, el Eintracht de Frankfurt y el Hoffenheim.