Daniel José Rodríguez Vázquez (Betanzos, 1988) es el hombre del año en el universo mallorquinista. Decisivo en el ascenso y fundamental en el viaje hacia la permanencia, en los últimos doce meses no hay nadie que haya jugado más partidos que él vestido de rojo y negro. El centrocampista de Betanzos asegura que está en el mejor momento de su carrera y que extenderá pronto el contrato que le une al club balear, que caduca en junio de 2023.
—20 puntos a falta de un partido para el final de la primera vuelta. Las cuentas salen, ¿no?
—Sí, claro. Tener ese volumen de puntos a estas alturas del campeonato dice mucho del equipo. Empezamos muy bien y creo que tenemos la posibilidad de completar una primera vuelta buena que nos ayudará muchísimo a conseguir el objetivo.
—Luis García Plaza ha repetido en varias ocasiones que la segunda vuelta va a ser mucho más complicada que la primera. ¿Está de acuerdo en la afirmación?
—Siempre pasa. Todos los años las segundas vueltas lo son, la gente de abajo aprieta bastante más y ganar fuera también es cada vez más complicado. Por eso nuestra asignatura pendiente es hacernos fuertes en casa. Es verdad que no perdemos, pero últimamente también nos cuesta ganar. Y cuando lo hagamos tendremos mucho conseguido.
—¿Para usted que es más difícil, ascender a Primera División o mantenerse en ella?
—Para mí, permanecer en Primera. El primer y segundo año desde que subes son los más complicados para hacerlo. El cambio es muy grande y el presupuesto no es el mismo que cuando llevas tres o cuatro años en la cima. Subir, obviamente, es muy difícil. Y más como lo hicimos nosotros. Pero creo que es mantenerse lo es más.
—Viene el mes de enero, que es un mes de movimientos. ¿Necesita muchos cambios la plantilla?
—Eso depende del club (risas). Yo aquí hago mi trabajo y poco más.
—Estamos acostumbrados a verlo en una posición más centrada del campo, pero esta temporada el entrenador le ha situado muchas veces en el perfil izquierdo. ¿Se siente cómodo en esa variante?
—Últimamente me vuelvo a mover más por dentro que por fuera, pero sí que he jugado varios partidos por esa zona. Estoy más cómodo en las posiciones centrales porque llevo toda la vida jugando ahí, pero me intento adaptar a los que pide el míster y a veces los goles también vienen jugando más por fuera que por dentro. Me adapto a lo que me piden y trato siempre de dar el máximo.
—¿Qué balance hace del año 2021 a nivel personal y colectivo?
—Creo que ha sido un año especial para todos por el tema de la pandemia, que sigue sin irse del todo, pero pudimos volver a jugar con público y la gente ha podido vivir un poco más y mejor. A nivel personal ha sido un año increíble por el ascenso y por poder jugar en Primera División, que para mí es un regalo en todos los sentidos. Estoy siendo de los jugadores importantes de la plantilla y eso dice mucho de mi juego y de la confianza que tiene el entrenador en mí. Y el club, claro. Personalmente estoy muy contento.
—En los últimos doce meses lo ha jugado prácticamente todo.
—Desde el punto de vista profesional eso me llena muchísimo. Cualquier jugador busca eso en el club al que llega y a veces es difícil aterrizar en un sitio y encontrar esa armonía personal que yo encontré aquí. Encontré el sitio en el que soy feliz, en el que mi familia es inmensamente feliz, y eso no es fácil. Yo lo hice y estoy muy contento, tanto con el anterior cuerpo técnico como con el actual. Estoy súper feliz de haber ligado mi camino al del Mallorca.
—¿Está en el mejor momento de su carrera?
—Sí, bueno, llevo diciendo eso muchos años (risas). Sigo en un buen momento y afortunadamente creo que llevo ya muchos años a un buen nivel.Me cuido muchísimo para estar a un buen tono físico y esa confianza que trasladan del cuerpo técnico y del club se transforma en buen nivel y sacrificio para aportarle al equipo. Creo que aporto un montón y que puedo dar mucho más si trabajo siempre para estar así.
—Si le pido que destaque un momento bueno y otro malo de este último año, ¿cuál elige?
—El bueno creo que lo sabemos todos, es muy fácil (risas). Con el ascenso a Primera División no hay dudas. Y creo que no he tenido momentos malos, gracias a Dios. A nivel personal también es maravilloso vivir aquí. Mis hijos y mi mujer son felices y estamos en un gran momento, la verdad. Y que no pare.
—¿En qué han cambiado el Mallorca y DaniRodríguez durante el último año?
—El Mallorca ha cambiado para bien. Como club se están haciendo muy bien las cosas. A diferencia de la última vez que estuvimos en Primera, que nos faltó ese compromiso por parte del club para mantener la categoría. Este año se ha hecho un esfuerzo, se han traído jugadores con experiencia en Primera División y el equipo ha crecido. Y eso es muy bueno para todos. A nivel personal, lo mismo. Estoy creciendo pese a tener 33 años y creo que sigo mejorando. También tengo el hambre que tenía con 20 años. O más, porque me ha costado tanto llegar... Sí, tengo más hambre que antes.
—Si nos atenemos a su contrato, que acaba en 2023, son sus penúltimas navidades en Palma. ¿Cree que va a ser así?
—Seguramente renueve antes. El club, mi representante y yo estamos en sintonía. Y cuando eres feliz en un sitio y en ese sitio quieren que sigas con ellos es fácil. Creo que renovaré pronto.
—De la plantilla actual, no hay nadie que lleve más partidos y goles que usted con la camiseta del Mallorca en Primera División.
—Ahí están los datos y la verdad es que yo estoy súper orgulloso de ellos. Tanto, como de pertenecer a este club y a su historia. Y tengo ganas de más, por supuesto.
—¿Qué le ha pedido a Santa Claus y los Reyes Magos?
—Yo soy más de los Reyes Magos, aunque con mis hijos lo tengo más complicado y ya me cuesta más. Yo soy más antiguo. Siempre pido lo mismo: salud y que pase todo esto de la pandemia al cien por cien cuanto antes. Que la gente se vacune y que podamos volver a la normalidad.
—¿Y a la afición qué mensaje le traslada en estas fechas?
—Que estemos todos juntos. Que estén igual de ilusionados que lo estamos los jugadores. Que se sientan representados por su equipo, porque creo que hay una buena armonía y un buen grupo. Y que juntos seguramente podremos conseguir el objetivo.