El Mallorca se prepara para recibir al nuevo año con un agujero en el centro del campo. El equipo balear, que ya ha recogido los bártulos para disfrutar del parón navideño, no volverá a competir hasta el día 2 de enero y cuando lo haga será despojado de uno de los futbolistas más importantes en la libreta de Luis García Plaza: Iddrisu Baba. El centrocampista ghanés se concentra esta semana con la selección de su país para participar en la próxima edición de la Copa África, que se celebra en Camerún entre los días 9 de enero y 6 de febrero. Si todo sigue su curso, podría perderse hasta cinco partidos de Liga y, como mínimo, otro de Copa del Rey.
Como el resto de la plantilla y el cuerpo técnico del Mallorca, Baba puso un punto y aparte a la travesía de esta temporada en Granada, donde el equipo firmó una decepcionante función para ponerle el candado al 2021. Y mientras el grueso del grupo tiene por delante unos días de desconexión para poder disfrutar en familia de la primera parte de las fiestas navideñas —los entrenamientos no se reanudarán hasta el próximo lunes— el centrocampista se unirá a partir de este miércoles a la concentración de Ghana en Doha (Catar) para preparar el torneo continental africano que destapará el calendario internacional de 2022.
La baja de Baba resulta especialmente dolorosa tras casi una primera vuelta de Liga en la que el africano ha recuperado su mejor versión, especialmente en las tareas defensivas de la zona ancha. Titular en catorce partidos del campeonato, el 12 bermellón ha vuelto a agigantar su figura a raíz del ascenso, en un decorado mucho más favorable para las virtudes de su juego y a medida que el equipo lo ha ido necesitando.
Baba, que de un tiempo a esta parte también se ha erigido en una pieza clave para Ghana, fue convocado por primera por su país tras explotar en aquel partido del playoff con el Deportivo y ascender con el Mallorca a Primera en 2019. Ese mismo verano el club balear amplió su contrato hasta 2024 y elevó su cláusula de rescisión a 45 millones. Y poco después, en noviembre de ese mismo año, el técnico Kwesi Appiah lo citó para su primer partido, un duelo oficial contra Sudáfrica. Desde entonces ha sido internacional en once ocasiones. El futbolista del Mallorca sigue ocupando un lugar especial en los planes del seleccionador actual, el serbio Milovan Rajevac, que cuenta con él para la gran cita africana de este mes de enero. Una competición que terminará de perfilar durante las próximas semanas, en las que ha previsto hasta tres amistosos antes de viajar a Camerún el día 7. Allí formará parte del grupo C del torneo. Debutará contra Marruecos (día 10) y se cruzará luego con Gabón (día 14) y la debutante Comoras (día 18).
El número de partidos que se pierda Baba con el Mallorca dependerá del avance de Ghana, que en el caso de clasificarse para la segunda fase, como sería lógico, disputaría los octavos de final entre el 23 y el 26 de enero y los cuartos, entre el 29 y el 30. Las semifinales tendrán lugar los días 2 y 3 de febrero y la gran final se escenificará en Yaundé, la capital camerunesa, el domingo 6 de febrero. El Mallorca, por su parte, también tiene una agenda importante por despejar en cuanto vuelva a rodar el balón. Solo en enero y además de la Copa, en la que tiene fijada una cita con el Eibar para la víspera de Reyes, se enfrentará a Barcelona, Levante, Real Sociedad y Villarreal. Además, abrirá febrero recibiendo al Cádiz en el estadio de Son Moix.
El problema al que se enfrenta el Mallorca va a sacudir también a otros muchos clubes de Europa y en la Liga, sin ir más lejos, Sevilla, Villarreal, Alavés, Rayo Vallecano o Celta también perderán efectivos durante un puñado de jornadas. En el caso del Mallorca, además, la situación podría agravarse si Costa de Marfil decidiera convocar a Lago Junior, que está en su prelista. Sin embargo, no está teniendo el peso de otras temporadas en el equipo bermellón y ahora se encuentra lesionado. De hecho, ha viajado estos días a Huelva con su familia y va a continuar con su recuperación en las instalaciones del Recreativo. La Copa África 2022, que debió disputarse en 2021 y que fue aplazada por la pandemia, vuelve a tener en el COVID a su gran enemigo. Los organizadores se unieron recientemente para valorar los nuevos datos de la crisis sanitaria y aseguraban que están trabajando «las veinticuatro horas del día» para garantizar la celebración del torneo en circunstancias normales y con las menores restricciones posibles.