El Mallorca vuelve a su refugio con la necesidad de reencontrarse. Metido en la peor serie de resultados de los últimos años, tras seis jornadas sin ganar y casi tres meses en los que solo ha levantado una vez los brazos a modo de victoria, el equipo balear quiere recomponer la figura y empezar de cero. La escuadra rojinegra, que en unos días saltará al ruedo de la Copa y apurará después el año con otros tres compromisos sin escapatorias, recibe a un Getafe que empieza a rehabilitarse y que le tiene tomada la medida a su estadio, del que ha salido con algo en los bolsillos en las cuatro últimas visitas (Son Moix, Movistar LaLiga, 18.30 horas).
La derrota de Vallecas escoció en un equipo que se dejó fuera del tapete parte de esa identidad que le había definido. Su mala cara, unida a una discreta hilera de resultados que han ido recortando sus márgenes, han supuesto un aviso para futbolistas y cuerpo técnico, que en cualquier caso esperan dejarlo en anécdota. Así lo cree el propio Luis García, que hoy volverá a ocupar su asiento en el banquillo tras dos partidos en la grada por sanción. Además de levantar el ánimo del grupo, el entrenador ha visto cómo se actualizaba el parte de bajas dejando buenas y malas noticias. Por un lado, el técnico madrileño recupera a una de las columnas principales del equipo, Baba, que vuelve después de perderse el choque contra el Rayo por acumulación de amonestaciones, y a Take Kubo, que no será titular y al que solo utilizará si es estrictamente necesario. En cambio, mantiene la baja de Salva Sevilla, al que no forzará pensando en lo que viene por delante, y pierde en el último momento a Amath Ndiaye, que no se cruzará con su exequipo por una infección en un dedo que ya le había cobrado un primer peaje durante la pretemporada. En el once mallorquinista la gran novedad podría estar en la entrada de Abdón Prats, que solo ha sido titular una vez, en la segunda jornada del campeonato. El de Artà estrenó contra el Rayo su cuenta en Primera y podría avanzar en la pizarra a Fer Niño, atascado últimamente en el juego y en los números.
En la esquina de enfrente estará un Getafe que llega recién vitaminado después de pasarle por encima al Cádiz. Lastrado por un inicio de curso entre tinieblas que le llevó a gastar muy pronto la bala del cambio de entrenador, el cuadro azulón parece haber recuperado el sentido bajo el paraguas de Quique Sánchez Flores. El entrenador deberá decidir en Palma si mantiene ese esquema con tres centrales del que ha sacado tanto rendimiento o si vuelve a la línea de cuatro en defensa con pequeñas modificaciones. El mayor interrogante lo tiene en el ataque, en el que Jaime Mata podría entrar de inicio para formar una dupla junto a Enes Ünal, lo que provocaría que el canario Sandro Ramírez se fuera al banquillo. El Getafe, hundido todavía en la trastienda de la clasificación, se presenta en plena fase de crecimiento aunque es uno de los cinco equipos de la Liga que aún no han ganado como forasteros. En cualquier caso, de un tiempo a esta parte se le da bien Son Moix y no cae aquí desde 2011.