Anoeta es un agujero para el Mallorca. Un pozo sin fondo ni asideros para el conjunto balear, que lleva desde principios de siglo sin traerse nada de San Sebastián y al que todo le sale mal entre sus paredes. A veces, como anoche, no le basta ni con tener todos los elementos a su favor. En un encuentro que parecía diseñado para enterrar el maleficio, el equipo de Luis García Plaza se acabó enredando en sus dudas y regalándole los tres puntos al conjunto vasco, que pese a estar gravemente herido por la expulsión de Aihen Muñoz antes del descanso aprovechó un remate de Lobete y un gazapo de Manolo Reina para atrapar la victoria y atarse al liderato entre las muestras de desesperación de su invitado (0-1).
Todo empezó en una primera parte que pudo haberse jugado perfectamente sin montar las porterías de Anoeta. Casi no hicieron falta ni porteros, porque tanto el Mallorca como la Real Sociedad se asomaron lo justo a las áreas y casi toda la trama del duelo se escenificó en los alrededores del centro del campo. Ahí fue precisamente dónde se rompió el guion, al borde del intermedio. Aihen Muñoz, que había recibido la primera tarjeta de la noche en un acalorado duelo con Kang In Lee que inició el coreano, se fue a la ducha cuando el primer tiempo se consumía como una vela y además de ponerle en partido en bandeja a los baleares prendía fuego a las gradas del Reale Arena, que le dedicó al árbitro una bronca y una pañolada de otra época. El lateral realista le disparaba a su propio equipo en el pie al cometer una falta sobre Galarreta a muchos metros de cualquier zona de conflicto.
Reiniciaba sin querer un encuentro que hasta ese momento uno y otro habían jugado con las cadenas puestas. Un remate mordido de Mikel Merino que se envenenaba por el camino y que despejaba Reina era lo único destacable que se rodaba en la zona roja. Eso y un gol anulado a Isak por un claro fuera de juego del sueco, siempre peligroso aunque anoche cargara con demasiadas piedras y kilómetros en la mochila y las piernas.
Con el encuentro roto tras la expulsión, Luis García Plaza aprovechó el descanso para quitarle a su equipo el corsé y dar un paso al frente en todas las direcciones. El equipo balear se empadronó en la mitad del campo realista y se arrimó con más continuidad a la meta de Remiro, aunque apenas probó la firmeza de los guantes del navarro.
Oliván, contenido en la primera parte, asfaltó su banda y la convirtió en un carril de aceleración aunque siempre le faltaron compañeros con los que asociarse. Amath fue quien encendió la mecha con un disparo alto tras una vistosa combinación y lo que parecía que iba a ser una cascada se quedó ahí. Antes, eso sí, Ángel lo agitó todo y sacó al encuentro de sus casillas con un remate a la media vuelta que acabó con la pelota entre las redes. El problema es que el colegiado invalidó el gol al instante al apreciar que el delantero canario, que había sido titular por segunda vez esta temporada, se había ayudado del brazo para bajar el balón y acomodar el remate.
El dominio del Mallorca, aunque constante, era únicamente territorial. El cuadro balear se topaba una y otra vez con una Real Sociedad especialmente civilizada en defensa y Luis García, viendo que el empate se le iba a quedar corto tal y como se le había puesto el partido, ponía a todos sus tanques sobre el tapete y se lanzaba de cabeza a por los tres puntos. Situaba a Fer Niño junto a Ángel —posteriormente sustituiría al canario por Abdón Prats— y apostaba por seguir arrinconando a los vascos, en inferioridad pero enteros y en pie. En ese decorado el Mallorca quería, pero no podía. La Real Sociedad, por su parte, seguía sin despeinarse. El empate le valía para ser líder y tal y como se habían puesto las cosas tampoco era una mala salida. Ni mucho menos.
El empate parecía el destino final de un encuentro particularmente extraño. A falta de dos minutos para que cayera el último grano de arena del reloj, Abdón se acercaba a la diana, aunque quería rematar de primeras una dejada de Dani Rodríguez y el disparo se descontrolaba. Nadie contaba con lo que estaba a punto de suceder. La Real llegaba a los dominios de Reina y tras una segunda mitad totalmente en blanco Lobete probaba a Reina y el portero malagueño cometía un error que se llevaba por delante el partido. La maldición continuaba.
Ficha técnica:
1 - Real Sociedad: Remiro; Zaldua, Aritz, Le Normand, Muñoz; Merino, Guevara (Zubimendi, m.46), Navarro (Gorosabel, m.46); Portu (Zubeldia, m.90), Januzaj (Lobete, m.66) e Isak (Sorloth, m.66).
0 - Real Mallorca: Reina; Maffeo, Valjent, Russo, Oliván; Bataglia (Salva Sevilla, m.62), Ruiz de Galarreta (Baba, m.78), Dani Rodríguez, Lee (Mboula, m.86); Amath (Fer Niño, m.62) y Ángel (Prats, m.77).
Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano ). Expulsó a Aihen Muñoz por doble amarilla (min. 45). Amonestó a Muñoz, Portu, Bataglia, Ángel y Dani Rodríguez.
Gol: 1-0, M.90: Lobete.