Hay partidos que se atascan sin saber muy bien los motivos y cuesta sacarlos del enroque donde se van arrinconando. Este sábado fue uno de ellos, pero afortunadamente el Mallorca fue capaz de encontrar la luz, abrir el marcador y llevarse los tres puntos ante el Levante.
Un cabezazo de Ángel en una acción en la que también toca el balón su compañero Baba permitió al equipo balear anotar el uno a cero (min.75). Pero si importante fue el tanto del canario, también lo fue la acción de Reina en el 84 cuando detuvo un penalti a Morales. El atacante avanzó al equipo y el portero sostuvo el marcador. Al final uno a cero y los tres puntos que había en juego antes de un nuevo parón para la selección, suponen un alivio y una dosis de oxígeno enorme.
Lo mejor del partido llegó en la segunda parte. La primera es mejor casi obviarla. Queda tanto partido por delante que durante los primeros 50 minutos los equipos conservan más que arriesgan. Saben que no se va a ganar el partido antes del descanso, pero sí se puede perder y esto motiva en ocasiones que exista una especie de freno inconsciente. Arriesgar lo justo y conservar el punto. Al menos hasta el descanso. Eso hicieron Mallorca y Levante, que se prodigaron más bien poco en el área rival. El conjunto valenciano exhibió algo más de chispa en el arranque, pero fue virtual, sin tener realmente peso en los dominios de Reina.
El Mallorca, más o menos como siempre, le cuesta no se sabe la razón exacta empezar el partido cuando pita el árbitro y suele dar diez minutos de margen al rival.
Afortunadamente el marcador no se movió y a partir de ahí el equipo rojillo fue creciendo, pero tampoco sin llenar demasiado espacio en el área rival. Una disparo de Fer Niño que estrelló un balón en el portero y un disparo de falta de Dani al que respondió también correctamente el guardameta resumieron las llegadas locales.
El cero a cero dio paso a una tangana de las de toda la vida en el túnel de vestuarios. Carreras, gritos, algún empujón y poca cosa más. El segundo tiempo empezó con más ritmo y con la certeza de que no hay tercer tiempo para rectificar. El Mallorca tuvo el partido en su poder casi desde el primer instante del segundo tiempo. Fue ganando metros, arrinconando al rival. Suyo era el balón, el juego y la iniciativa y en este escenario lo más lógico tarde o temprano es marcar. No es una ciencia exacta, pero quien más lo buscaba era el Mallorca. Es cierto que al llegar a las inmediaciones del área las luces se apagaban, pero el equipo de Luis García insistía y por fin encontró petróleo. Un centro de Maffeo tras recibir un balón lateral acabó con la pelota en el corazón del área. Ahí saltaron Baba y Ángel y el balón lo cabeceó el primero, aunque dio la sensación de que rebotó en la cabeza del canario. La pelota entró a la altura del segundo palo y Baba empezó a correr alocado, dando cabriolas y saltando. Por si había alguna duda el gol era suyo. Al menos por la celebración. Finalmente el colegiado y las imágenes se lo dieron al canario.
El uno a cero era justo y a su vez ajustado. Había que tratar de cerrar el encuentro, algo que no siempre es fácil a no ser que seas el Benfica o el Sheriff. Y el Mallorca no lo cerró. En esas que Luis García da entrada a Mboula con tan mala suerte que el catalán, defendiendo una acción, sacó a pasear la mano y la pelota golpeó en ella cortando la dirección natural. El colegiado consultó con la pantalla del VAR y decretó penalti. El técnico, que había devuelto la titularidad a Reina bajo palos, cruzó los dedos como hicieron todos los jugadores. Morales, que suele ser todo un matador a corta distancia, lanzó la pena máxima y Reina le adivinó la intención. Y además la advirtió de forma espléndida porque atajó el esférico, no solo se limitó a despejarlo. Ahora sí, a falta de seis minutos más el descuento se trataba de mantener el marcador y morir en el corner si era necesario.
Seis minutos más de añadido dieron emoción al encuentro, pero no dieron para más. El Mallorca fue capaz de amarrar el triunfo y llevarse la victoria en una semana en la que otra vez LaLiga se para que el equipo de Luis Enrique siga jugando. Viene bien el triunfo antes de este parón y sobre todo viene de cine para recuperar la confianza y la estabilidad en la zona media de la tabla.