Las pistas de atletismo que rodean el césped del estadio de Son Moix pueden estar viviendo su última temporada. Desde su inauguración en 1999 los carriles dedicados al atletismo han sido testigos de excepción de lo que sucedía sobre el terreno de juego y pese a los intentos de prácticamente todos los propietarios de eliminarlas, ninguno ha conseguido retirarlas. Ahora la situación ha dado un giro radical y la posibilidad de que el campo sea un verdadero estadio de fútbol va cobrando forma.
Las buenas relaciones entre el Real Mallorca y Cort pueden hace posible, ahora sí, que se llegue a un acuerdo para que el club pueda acometer la reforma del estadio empezando por quitar las pistas. Sería ésta una primera e importante fase de la nueva idea que tiene la entidad para hacer más atractiva la experiencia de ver al Mallorca los fines de semana. El CEO de Negocio del club, Alfonso Díaz, explicó la pasada semana la idea de iniciar la próxima temporada con algún trazo ya visible del nuevo proyecto de un campo sin pistas. Sin embargo, el hecho de que el club sea Municipal requiere del visto bueno del Ajuntament y en este sentido Cort va a dar su apoyo al plan que presente la entidad.
En declaraciones a Ultima Hora, el regidor de Deportes Francisco Ducrós, calificó de «muy buena» la relación con el Mallorca añadiendo que cuenta con una dirección «muy sensata» y que en estos momentos se está a la espera de que el club presente el proyecto que desea acometer.
«En su día se hablaba de proyectos que no eran del todo reales. Ahora lo que plantea el Mallorca, y lo dijo Alfonso Díaz la pasada semana, es tratar de avanzar en una idea que les permita dar pasos adelante y se convierta en una realidad la posibilidad de eliminar las pistas. Por nuestra parte no hay ningún problema. Creemos que para la ciudad es bueno que el estadio se actualice y si vemos lo sucedido estos últimos años en los estadios de LaLiga con pistas de atletismo, estas se han ido eliminando y prácticamente no queda ninguno», argumentaba el responsable de Deportes de Cort. Uno de los principales objetivos del consistorio, entendiendo que las pistas en el estadio ahora no tienen sentido, es construir otras en las proximidades para disponer de una instalación municipal que realmente sea eficiente y práctica para los ciudadanos que deseen practicar el atletismo.
El Mallorca ya ha llevado a cabo una reforma integral de la zona de oficinas y vestuarios, pero resta por modernizar las gradas, acercarlas al campo y en definitiva limpiar la cara a una obra que este año cumple 22 años.
El principal problema estriba en que pese a que lo más sencillo es cubrir de gradas las pistas, el estadio presentaría una capacidad enorme con muchos más asientos de los realmente necesarios. Ese ha sido uno de los inconvenientes históricos con los que se ha encontrado la entidad. Sin embargo, la administración actual con Robert Sarver y Andy Kohlberg como cabezas visibles de la propiedad y Alfonso Díaz en la gestión diaria, han demostrado tener ideas y recursos más que suficientes para poder hacer efectivo uno de los grandes deseos del mallorquinismo, que es estar mucho más cerca de sus futbolistas.
El club va a recibir una cantidad no excesivamente alta del convenio entre LaLiga y el fondo de inversión CVC y parte de este dinero se debe invertir precisamente en la mejora de infraestructuras.
Deportivamente el Mallorca trabaja por lo tanto en dos frentes muy importantes, de una parte la consolidación deportiva en Primera y de otra modernizar sus instalaciones y de paso aumentar la marca del club. La idea de Cort es que durante estas próximas semanas se pueda avanzar en las conversaciones y seguir dando pasos en firme hacia la completa eliminación de las pistas en un periodo a corto y medio plazo.
El gran reto de la entidad
El estadio del Mallorca es uno de los últimos con pistas de atletismo de LaLiga. Recintos como el de la Real Sociedad, Celta, Deportivo y recientemente el del Almería han ido acometiendo reformas y eliminando los carriles que rodeaban el campo. En su día para construir Son Moix con motivo de la Universiada 99, la condición principal era que el recinto tuviera esa zona dedicada a practicar el atletismo porque de lo contrario no se entregaría la subvención para su construcción. Prácticamente nunca se han utilizado y con el paso de los años su uso es nulo. Ahora el Mallorca quiere presentar un proyecto riguroso para su eliminación.