Será complicado que a Rafael Nadal Parera se le pueda reconocer como es debido todo lo que ha hecho por Mallorca y lo que realmente representa su figura e imagen para esta tierra. Quizás pueda resultar circunstancial que el mejor deportista español de todos los tiempos haya nacido en la Isla -cosas del destino-, pero eso nunca debería ser un obstáculo para admitir que la mallorquinidad del tenista es una suerte y motivo de orgullo.
A diferencia de otras figuras de relieve internacional, Nadal siempre ha evidenciado (y ha presumido) una querencia inquebrantable por sus raíces. Nunca será uno más, pero intenta serlo. La marca Rafa Nadal y los valores que transmite, son tan poderosos que es imposible encontrar un embajador tan influyente.
Nadal ha sido durante mucho tiempo el mejor tenista del planeta, pero también un tipo respetado por su actitud, resiliencia y discurso dentro y fuera de las pistas. Durante los últimos días, el zurdo de Manacor ha recibio duras críticas en las redes sociales por un tuit de felicitación al Villarreal CF, campeón de antigua Copa UEFA.
A Nadal se le ha recordado que no felicitó al RCD Mallorca por su ascenso a Primera. E incluso alguno considera que no debía haber reconocido públicamente el éxito del conjunto castellonense, que años atrás y a través de una denuncia en los despachos impidió que el equipo balear pudiera participar en una competición europea.
Los mensajes de censura y reprobación hacia el deportista indígena más universal de la historia llevan implícita una elevada carga de injusticia, entre otras cosas, porque intentar intoxicar la vinculación entre Nadal y su familia con el Real Mallorca es mezquino.
Siempre que el Mallorca ha llamado a la puerta de Nadal la ha encontrado abierta. Decir lo contrario es mentir. Más allá de la compraventa de acciones de la SAD balear en un momento especialmente delicado, el tenista ha llegado a telefonear a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, para que facilitara la cesión de algún futbolista.
El ruido que se ha generado en Twitter ha acabado provocando que el propio Rafael Nadal haya tenido que desvelar que mandó desde Roma un vídeo de apoyo al conjunto bermellón, que fue visualizado por técnico y jugadores antes del partido ante el Alcorcón. No hay vacuna para la mezquindad...