Minutos después de las seis y media de la tarde de este jueves el Real Mallorca ha llegado a Palma procedente de Tenerife. Se impuso la ley del virus, que frenó a los seguidores en cumplimiento de las medidas sanitarias vigentes en la actualidad y no hubo ningún tipo de recibimiento en la terminal.
Nada que ver como esos años cuando el equipo llegaba de Madrid tras ascender en Vallecas o cuando se proclamó subcampeón de Copa en la final que le enfrentó al Barcelona. Eran tiempos libres de COVID, no como ahora.
Luis García Plaza manifestó nada más aterrizar en la Isla que la fiesta tendrá que esperar al próximo domingo en el último partido que disputará el equipo en Son Moix. «La celebración vamos a dejarla para el partido ante el Zaragoza. Los 4.000 que puedan entrar que traten de trasladarlo al resto de seguidores. Me encantaría vivirlo de otra manera, pero tenemos esto y hay que adaptarse a lo que digan las autoridades».
En el estadio finalmente un centenar de aficionados recibieron al equipo en un pequeño pero sentido homenaje a la plantilla recién ascendida. Los jugadores también pudieron recibir el abrazo de sus familiares directos, que acudieron al campo para felicitar a los jugadores. Los futbolistas, eso sí, también se acercaron a la zona donde se encontraban los aficionados para corear juntos el nombre del Real Mallorca y agradecerles su presencia. Todo queda por lo tanto pendiente del próximo lunes.