Es difícil que Luis García Plaza cambie el gesto o el tono de su discurso de un partido a otro. Tan regular en su puesta en escena como el Mallorca en el campo, el técnico volvía a ponerse frente a las cámaras de LaLiga que emiten sus ruedas de prensa postpartido con el liderato bien agarrado y bajo el brazo. Solo una semana después de caer contra el Espanyol y empezar a sentirse acorralado, el conjunto bermellón se sacudía la presión tumbando otra vez al Almería y recuperando la silla le había arrebatado durante unas horas el conjunto de Vicente Moreno.
«Llevamos 12 puntos de 15 en la primera vuelta y estamos muy contentos», empezaba destacando LGP desde las entrañas de Son Moix. «Estos —en referencia al Almería— son muy buenos y nos han hecho correr. Es el partido en el que más hemos corrido, con diferencia. El equipo que tenía el balón hacía daño y al igual que la semana pasada perdimos el partido en las áreas, hoy lo hemos ganado precisamente ahí», reflexionaba. «Ya en la segunda parte, sabíamos que si ellos se volcaban les podíamos pillar al contraataque. Y luego ha aparecido el mítico Salva (Sevilla). Qué fenómeno y qué partidazo se ha marcado», apuntaba sobre el centrocampista, autor del segundo gol del partido y uno de sus actores principales. «Me alegro mucho por él, porque es un ejemplo. Está dando una masterclass».
A su manera, Luis García celebraba una victoria que deja al Mallorca con un colchón de cinco puntos sobre la tercera posición. Un margen tan amplio como peligroso para el técnico, que volvía a recordar que el escenario no cambia. «Hay que seguir. Son tres puntos más y ahora vamos a Logroño y tenemos que volver a ganar. Hemos tenido un inicio de segunda vuelta durísimo y estoy contento. Sobre todo por los jugadores, que quedaron un poco tocados la semana pasada a nivel anímico. Hemos demostrado que somos capaces de juntarnos bien, de salir a la contra y de tener una personalidad sin balón».
«El vestuario está estable pierda o gane», continuaba relatando García Plaza al ser cuestionado por la moral del equipo. «Tiene pinta de que va a ser una liga muy larga y vamos a caer más veces, está claro. Y en el momento que dejemos de ganar se nos van a acercar los rivales. De momento somos los mejores y ojalá dure, pero no será fácil», avisaba el madrileño, que lamentaba los problemas musculares con los que acabaron el partido tanto Iñigo Ruiz de Galarreta, que tenía que ser sustituido por Baba antes del descanso, como Brian Oliván. Todo apunta a que ambos serán baja de cara al partido de la semana que viene en Las Gaunas (sábado, 21.00 horas).
Luis García subrayaba a su vez el buen partido de Baba. El ghanés reaparecía sobre la marcha para sustituir a Galarreta tras varias semanas de baja. «Qué ganas tenía de verlo a este nivel», comentaba sonriente. «Cuando nos dominan es inmenso, un pulpo», añadía acerca del ghanés.
Luis García Plaza, que se negaba a valorar la actuación del árbitro al ser preguntado por una acción marcada en rojo entre Oliván y Balliu, cerraba su intervención dedicándole el triunfo a Ángel Bolao, fallecido este sábado, y al socio número cuatro del club, Miquel Busquets. Antes del encuentro el Mallorca había previsto un minuto de silencio en memoria de ambos y así lo había anunciado incluso en la hoja de partido, aunque finalmente no se llevaría a cabo y el homenaje quedó en el aire.