El Mallorca sigue reescribiendo y mejorando sus propios datos a medida que la temporada devora kilómetros. Segunda posición con 25 puntos -si mantiene la progresión rebasaría los 87 puntos a final de campeonato-, once partidos sin perder, el equipo menos goleado de la categoría (2 goles) y el único equipo de Primera y Segunda que no ha encajado ni un gol a domicilio...
El equipo de Luis García Plaza es un bloque compacto, solidario, homogéneo y efectivo que es capaz de marcar un gol académico en un arranque de partido excelso -arranca en un saque en corto de Reina y finaliza Salva Sevilla tras una pared con Amath- y de sufrir como colectivo ante la presión del Girona en los estertores de la cita. Funciona como un reloj de precisión suizo y comienza a acumular unos números que invitan a soñar con el retorno a Primera División.
Velocidad de crucero
El Mallorca ha pisado el acelerador precisamente cuando más curvas se apreciaban en la travesía. El Mallorca ha sido capaz de embolsarse trece de los últimos quince puntos en juego, con cuatro triunfos en las cinco últimas jornadas, que le han permitido tomar impulso y situarse en posiciones de ascenso directo.
Defendió la segunda plaza con un triunfo de autoridad en Girona -donde no ganaba desde hacía 80 años- y el Espanyol de Vicente Moreno ya comienza a sentir la respiración de un Mallorca que sigue firmando las mejores marcas de su historia a domicilio.
Es el único equipo de LaLiga que no ha encajado un gol a domicilio y Manolo Reina ya es el portero menos goleado del campeonato en solitario después del gol encajado ayer por Diego López en Fuenlabrada.
El Mallorca presenta unos números de ascenso. De Primera División. Suma ya 25 puntos, gracias a sus siete victorias, cuatro empates y una sola derrota. Comparando estos guarismos con los de la temporada 18-19, la que consiguió el ascenso en el playoff, la actual versión del grupo bermellón acumula ocho puntos más que entonces, cuando cruzó la décimosegunda puerta del campeonato con diecisiete puntos.
Líder a domicilio
La principal transformación del cuadro rojillo se ha producido a domicilio, donde ha conseguido ya 12 puntos y es el mejor equipo de la categoría como visitante. Tres triunfos (Lugo, Alcorcón y Girona) y tres empates a cero (Espanyol, Mirandés y Zaragoza) adornan la trayectoria de un equipo que en las últimas temporadas se había caracterizado precisamente por bajar su rendimiento cuando no jugaba en su centro de operaciones.
De hecho, en la última campaña en la categoría de plata, el Mallorca consiguió cuatro triunfos foráneos en toda la temporada al ganar en Majadahonda, Reus, Las Palmas y Málaga. En la actualidad, ya ha sumado tres victorias como visitante en las seis primeras salidas de competición... con el dato extraordinario que presenta Manolo Reina.
El meta de Villanueva del Trabuco ha encajado dos goles y ambos han sido en Son Moix, ante Rayo Vallecano y Málaga, pero a domicilio es el único portero de todo el fútbol profesional que sigue sin recoger el balón de su portería.
En el plano ofensivo, después de una primeras jornadas con la pólvora mojada, el Mallorca ha sido capaz de marcar en más de la mitad de los partidos (en concreto en 7) con un balance de 13 goles a favor. A domicilio, la rentabilidad es máxima, ya que suma doce puntos con solo cuatro goles marcados. Este Mallorca presenta números de ascenso y va lanzado hacia la Primera División.