La silueta del municipal de Anduva vuelve a aparecer en el horizonte del Real Mallorca. A simple vista, pocos estadios habrán dejado tanto huella en la historia de un club como lo ha hecho el domicilio del Mirandés sobre las últimas páginas de la biografía de los bermellones, que en menos de diez años y en apenas cinco visitas a su interior han atravesado allí por todos los estados de ánimos. Desde la amargura de alejarse del fútbol profesional tras casi cuarenta años sobre sus raíles al alivio de recuperarlo un año después para emprender un vuelo que lo llevaría directamente a las nubes, casi sin escalas. Antes, el recinto también había ejercido como puerto de llegada para algunos de sus entrenadores, como José Luis Oltra o Miquel Soler, que se despidieron en él del Mallorca en circunstancias muy diferentes. Hoy, en cambio, ese mismo enclave puede ser el de la confirmación para Luis García Plaza y su libreta, que aspiran a enganchar frente al conjunto local un póquer de victorias que les reafirme en el pelotón de cabeza y les permita acercarse en breve a la velocidad de crucero (Movistar LaLiga, 18.15 horas).
Comparece el Mallorca en casa del Mirandés parcialmente recuperado del virus FIFA, una anomalía del calendario que hace justo una semana le privaba de contar en Lugo con cuatro de sus futbolistas. En principio, éste iba a ser el primer partido que pudiera dirigir LGP a pleno rendimiento tras el cierre de un mercado que mantuvo a la plantilla sujeta con alfileres durante muchas semanas. Sin embargo, la rehabilitación tras los compromisos internacionales no es completa. Valjent, clave en el armazón defensivo rojinegro, estará aislado hasta el lunes tras el brote que se detectó en Eslovaquia y que afecto a casi una decena de miembros del combinado. En principio no iba ser titular —jugó más de 300 minutos con su país—, pero ni siquiera ha podido viajar. Lo más lógico es que su lugar lo ocupe el argentino Franco Russo, que ya rindió a un muy buen nivel durante la semana jornada en Lugo. La otra gran ausencia en la lista es la de Murilo de Souza, que se quedaba en Palma con molestias después de ser titular en el Anxo Carro. En cambio, regresaban a la expedición el resto de internacionales (Lago Junior, Baba y Trajkovski) y se estrenaba Marc Cardona, que podría acumular sus primeros minutos como bermellón.
El Mirandés, que necesita redactar su primer triunfo en casa para acabar de colorear un magnífico inicio de curso, afronta la refriega con casi todo, ya que solo pierde a Víctor Meseguer y al lesionado de larga duración Mario Barco.