La joya de la corona en estos momentos es Ante Budimir, por el que el Real Mallorca puede percibir una gran cantidad de dinero si sabe jugar sus cartas. De momento Pablo Ortells lo está haciendo y a las continuas llamadas recibidas en Son Moix, el club se remite a la cláusula de rescisión del jugador que asciende a los quince millones.
Por ahora Valladolid y Celta son los equipos que de forma más intensa han preguntado por el futbolista, aunque de momento no hay avances de ningún tipo. Budimir llegó a la Isla siendo un desconocido y lo hizo debido al gran interés que puso el director deportivo Javi Recio, que tras seguir al futbolista entendió que podía ser un buen refuerzo. Llegó en el mercado de invierno de hace dos temporadas y desde entonces ha sido un fijo en el once titular. Cinco goles en media temporada el primer curso y trece el segundo han puesto en el mapa al jugador, que es una de las piezas codiciadas por el fútbol español. No es el único. También Valjent, otro de los jugadores que llegó a la Isla por expreso deseo de Recio, tiene también un buen cartel y al igual que el croata será difíci mantenerle en la Isla de cara a la próxima temporada. Sin embargo, el Mallorca se mueve entre la necesidad de tener que vender jugadores y la obligación de confeccionar un grupo fuerte para poder luchar por el ascenso de categoría.
En el caso de Valjent y Budimir se trata de dos futbolistas que llegaron a la Isla sin conocer el fútbol español y protagonizaron una adaptación de vértigo pasando a ser jugadores imprescindibles en el esquema del club rojillo.
De la misma forma, otro jugador con contrato y también muy bien valorado es Dani Rodríguez cuya evolución desde que llegó a la Isla ha sido sobresaliente, al igual que el centrocampista Baba. El Mallorca, pese al descenso de categoría, es un club que sigue siendo un gran escaparate par muchos de los futbolistas que llegan a Son Moix siendo uno desconicidos y terminan triunfando.
Un plantel muy amplio
El Mallorca llega a los últimos dos días antes de arrancar la pretemporada con una elevada nómina de futbolistas y con la necesidad de aligerar para evitar que el entrenador se encuentre con más de 30 jugadores en el vestuario.
Un problema que trata de solucionar Pablo Ortells y que requiere de mucha imaginación y recursos. Solo en el capítulo de jugadores cedidos llegan de nuevo a Palma un total de hasta trece jugadores. Una cifra más que considerable a estas alturas.