Andy Kohlberg, como gran parte del mallorquinismo, también esperaba un milagro. El presidente, que durante la jornada de este miércoles mantuvo un largo desayuno con Monti Galmés, también ha acusado el golpe del descenso. El empresario estadounidense, que en las próximas horas tiene previsto viajar a USA, ha expresado en sus círculos de confianza su ilusión por construir un equipo que pueda pujar por el retorno a Primera, aunque también le preocupa la situación de Vicente Moreno.
El club conoce desde hace varios días la intención del técnico de abandonar el banquillo balear, aunque la situación se ha enquistado y ninguna de las dos partes parece moverse. El Mallorca se remite a la vigencia del contrato de Moreno (30 de junio de 2022) y a su cláusula de rescisión (un millón de euros); mientras que el entrenador del doble ascenso insiste en su intención de cerrar su etapa en la Isla sin tener que pasar por caja.
El Espanyol quiere a Vicente Moreno en su banquillo el próximo curso y lleva días esperando a que se resuelva el conflicto que mantiene con el Mallorca. Otra cosa es si al club balear le interesa retener a un entrenador que ya ha dejado claro que quiere irse.
Kohlberg, que también es accionista de los Phoenix Suns, está enfrascado en la importante (y millonaria) remodelación del pabellón del equipo de baloncesto. El Talking Stick Resort Arena aspira a ser uno de los mejores recintos de la NBA. El proyecto cuenta con el apoyo de las instituciones de Phoenix y los patrocinadores de la franquicia también se han volcado.