El Mallorca vuelve a ver la luz. El triunfo ante el Celta de Vigo permite al conjunto mallorquinista refrescar sus esperanzas de salvación y en estos momentos recorta en cinco puntos la distancia con el equipo vigués.
Por fin el equipo de Vicente Moreno suma tres puntos ante un rival directo y eso, a falta de cinco jornadas, es una ventaja relativamente importante, pero bajo ningún concepto imposible de recortar. Ayer se vio a un Mallorca valiente, atrevido, confiado y solidario.
Además el acierto estuvo de su lado y por si eso fuera poco, el colegiado, que en muchas ocasiones siempre se ha decantado en contra de los intereses del Mallorca, en esta ocasión se alió con los baleares en la acción de Dani Rodriguez.
MÁS PUNTOS
Dos partidos en casa
Sin embargo, la permanencia requiere de seguir sacando puntos y victorias y en el Visit Estadi, el equipo balear tiene su as en la manga. Restan dos partidos en Palma, ante Levante y Granada, dos equipos que ya han hecho los deberes esta temporada y eso es una ventaja. Ayer ante el Celta el equipo funcionó en general muy bien, con pocos errores de consideración en defensa y con un equipo que mandó en el juego, tuvo el balón y ejecutó al rival desde la posesión y la fe en la victoria.
REACCIÓN RIVAL
Sobreponerse a la adversidad
El Mallorca tuvo ayer un momento peligroso en el partido cuando el encuentro se puso tres a uno tras el gol de Iago Aspas de penalti. En condiciones normales el campo en esos momentos se inclina en su contra, pero el conjunto balear siguió dando pasos en firme en esos momentos y lejos de amedentrarse humilló al rival marcando dos goles más, el cuarto de Budimir y el quinto de Salva Sevilla.
MOMENTO CLAVE
Un triunfo revitalizador
El conjunto bermellón, ahora con 29 puntos, tiene que aproximarse a la barrera de 38, para certificar la permanencia y lo victoria incontestable de ayer llega en el momento clave de la temporada cuando todavía hay tiempo para poder engancharse al vagón situdo justo por encima de la cola.
El viernes vuelve a afrontar un partido muy complicado ante el Atlético de Madrid. Se midió en apenas un mes a Barcelona, Real Madrid y ahora toca visitar el Wanda. Este encuentro, junto a la visita al Sánchez Pizjuán, son los dos partidos más complicados que tiene que afrontar el conjunto balear en este final frenético de la temporada.
Lo peor sin duda es la dificultad que tiene Vicente Moreno cuando tiene que hace cambios. Sigue siendo un déficit importante el rendimiento que dan unos futbolistas, los habitualmente titulares, en relación a los que menos minutos tienen. Además ayer volvió a lesionarse Baba lo que sin duda vuelve a mermar las posibilidades del técnico por banda izquierda. Pero si el fútbol es un estado de ánimo, la goleada de ayer vuelve a hacer sonreír a un equipo que había caído en picado en estas útimas jornadas. Hay esperanza, algo de margen e ilusiones renovadas. Jamás un triunfo fue tan necesario como el que consiguió ayer el Mallorca ante el Celta.