Es un día especial. Se mire por dónde se mire. El fútbol, arrinconado hace meses por una pandemia que tiene al mundo patas arriba, vuelve a abrirse camino en Mallorca en otra noche que será fácil de recordar con el avance del tiempo. Lo hará con los actores justos, sin público en las gradas y en fase de reconstrucción, pero con un montón de alicientes y toda la adrenalina concentrada en el campo, porque a ras de hierba el distanciamiento social se tomará una tregua de noventa y pico minutos. La fiesta de bienvenida la completará un invitado ilustre, un miembro destacado de la realeza futbolística: regresa a Son Moix el Barcelona de Lionel Messi (Visit Mallorca Estadi, Movistar LaLiga, 22.00 horas).
El campo del Mallorca llevaba mucho tiempo con la persiana bajada. El coronavirus cortó de cuajo la temporada de su regreso a Primera tras el fin de semana del 7 y 8 de marzo, aunque el estadio palmesano, recién bautizado, está en silencio desde el día de les Illes Balears (1 de marzo). Después de siete años en el extrarradio del fútbol español, el conjunto de Moreno y todo su ecosistema se preparaban para disfrutar del caramelo de recibir en el salón de su casa a un Barça que acababa de quitarle el liderato al Madrid. En los días previos a que se decretara el estado de alarma, el club y su afición preparaban tifos, organizaban mosaicos y un programaban un recibimiento al equipo. Una ilusión desatada que se fue apagando poco a poco, día a día. Primero con el anuncio de que el partido se celebraría a puerta cerrada y, luego, cuando se supo que ni siquiera se jugaría.
Ahora, justo noventa días después de la fecha inicial y todavía con múltiples restricciones, llega el momento de actualizar la situación y ajustar cuentas.
Tras un paréntesis tan amplio y una preparación tan especial, es complicado intuir el plan que van a desplegar uno y otro entrenador. Sobre todo teniendo en cuenta que ahora los partidos empezarán a agolparse y habrá que repartir esfuerzos. En el Mallorca se sabe que el agujero del lateral izquierdo, una posición maldita, permanece abierto con la lesión de Lumor y que Moreno deberá apostar seguramente por Gámez o Sastre. A partir de ahí, el resto del grupo parece apto para iniciar la desescalada. Incluidos Baba y Abdón Prats, que últimamente habían sufrido distintas molestias.
El Barça, por su parte, regresa a un escenario en el que se siente cómodo. Ha ganado nueve de los últimos diez partidos que ha protagonizado en Palma y durante el confinamiento, además de cargar las baterías, recuperó a Luis Suárez para recomponer el mejor ataque del campeonato.
Un estadio contra la COVID
El Visit Mallorca Estadi recuperará la actividad cumpliendo las estrictas medidas que exige el protocolo de LaLiga para la vuelta a la competición.
Operarios han desinfectado los vestuarios y otras dependencias del estadio.
Entre otras medidas los banquillos están habilitados con los asientos disponibles marcados y también se ha controlado y delimitado el acceso al terreno de juego.