Uno es alto, croata y peleón. Llegó hace ahora un año y se ha ganado el corazón de la hinchada gracias a sus goles y su derroche. Otro es bajito, colombiano y luchador. Un toro. El tercero de la terna, japonés, podría confundirse en el patio de cualquier instituto de Palma por su rostro aniñado. Ante Budimir, Cucho Hernández y Take Kubo, la BCK, es el nuevo tridente de Vicente Moreno. Tres futbolistas con roles diferentes que el pasado viernes conectaron en el Villamarín para ser actores principales de un partido y un resultado (3-3) que ya forma parte del anecdotario de este campeonato. Históricamente, es la tercera ocasión en más de quinientos partidos disputados como visitante en Primera División que el equipo isleño logra este marcador fuera de casa. Los anteriores fueron en Getafe (2008) y Espanyol (2009).
De la eficacia que muestre este trío en el tramo definitivo del curso dependerá una porción notable de las posibilidades de salvación. Con los números en la mano, la BCK suma 13 goles —la mitad de los goles del equipo—, cinco asistencias y nada menos que 68 disparos a portería en lo que llevamos de temporadas.
El último en incorporarse al grupo ha sido el Cucho Hernández. Lesionado durante una porción notable del curso, la presencia del punta cafetero ha dotado a la vanguardia de otro aire. El colombiano marcó el gol del triunfo del pasado fin de semana ante el Alavés y el sábado, en el Villamarín, abrió la lata de un encuentro de locura al enganchar una volea perfecta gracias a un giro de cadera de crack. Es un toro. Uno de esos delanteros que se mueven por todo el flanco del área rival. Que busca desmarques. Que pelea en banda para rebañar cualquier balón. Y que en el área es un ratón. A pesar de acumular apenas 641 minutos —la mitad que Kubo— suma prácticamente los mismos disparos a puerta que el japonés y el mismo número de goles. Acumula ya 164 pases y 132 presencias en duelos.
La principal referencia ofensiva es Ante Budimir. Autor de 9 goles y dos asistencias en 1.986 minutos de juego, el croata es un valor seguro y un futbolista imprescindible en la pizarra de Moreno.
Budi no solo colabora con goles. Su capacidad de trabajo es fundamental para la concepción del fútbol que quiere su entrenador. Y nunca da un balón por perdido. De hecho, su capacidad para robar el cuero propicio el 3-3 definitivo.
Después de un mes en la oscuridad, sin presencia en la titularidad ni incidencia en el juego, Take Kubo está on fire. El japonés reactivó el duelo del pasado sábado ante el Alavés y en Sevilla fue actor principal en los tres goles del Mallorca. El primero llegó después de un disparo suyo que rebotó en William Carvalho y que Cucho rentabilizó con un disparo imparable. En el segundo, tras combinar con Cucho, asistió a Budimir, que hizo el resto con una media vuelta perfecto. Y el tercero se lo cocinó a fuego lento para sellar un punto de locura.