Una diana del Cucho Hernández le dio al Mallorca un triunfo vital para quebrar su mala racha y volver a sonreír. El grupo balear, después de unas funciones en la penumbra, volvió a recuperar su identidad para abrazar una victoria justa ante un Alavés que apenas inquietó a Reina. El triunfo pudo haber sido más cómodo sin Pacheco —entre otras cosas, detuvo una pena máxima a Salva Sevilla que hubiera roto el pulso en el primer tiempo— y sin el VAR y entre los elementos más positivos dejó el estreno con buena nota del lateral greco-brasileño Leonardo Koutris.
Después de un gris primer tiempo, el Mallorca respondió tras el descanso con la entrada de Take Kubo. Apenas necesitó tres minutos el japonés para fabricar peligro y revolucionar un ataque que hasta ese momento había tenido limitada la producción. En ese escenario se vio a un equipo mucho más ambicioso y vertical, que acabó encontrando el tesoro gracias a un centro de Koutris y al empeño del Cucho, que estrenó sus estadísticas como goleador con la camiseta rojinegra.
La victoria no solo rompía la mala dinámica de las últimas semanas y sacaba provisionalmente al Mallorca del agujero, sino que se llevaba por delante otros pésimos registros. El cuadro de Moreno volvía a celebrar un gol tras más de tres partidos en blanco y conseguía dejar la portería a cero muchos meses después. Por algo se empieza.