El fútbol es maravilloso. El Real Mallorca fue una gran tormenta, un vendaval de juego y ganó (4-1) al Valencia en una partido memorable del conjunto de Vicente Moreno. El Mallorca se exhibió, mostró su mejor cara, jugó su mejor partido y fue muy superior a un desacertado Valencia. Jugando tal y como lo hizo, el equipo no tendrá problemas para obtener la permanencia en Primera, pero reforzarse sigue siendo obligado. Seguro.
El técnico se olvidó del experimento de los tres centrales y recuperó su dibujo clásico. Y apostó por situar al Cucho Hernández como compañero de Budimir, situando a Dani Rodríguez y Lago Júnior en las bandas. De esta manera, Kubo iniciaba el partido en el banquillo. El Mallorca, desde el inicio, exhibió intensidad y agresividad ante un Valencia apático e indolente. El partido no pudo comenzar mejor, puesto que Raíllo, de cabeza, inauguró el marcador cuando solo se habían disputado seis minutos. Y poco después de que se cumplieran los primeros veinte minutos de juego, Budimir metió la rodilla para superar al cancerbero rival tras un centro de Dani Rodríguez. La reacción de los valencianistas fue un espejismo efímero y Budimir, después de una excelente jugada colectiva, marcó el tercero antes de llegar al descanso.
El resultado (3-0) era contundente y nada hacía pensar en una reacción del Valencia, aunque sus jugadores atesoran tanta calidad... Las dudas se disiparon con rapidez una vez que el balón empezó a rodar sobre el verde del estadio de Son Moix. El partido continuaba por los mismos derroteros y quedó casi sentenciado cuando Parejo fue expulsado por doble amonestación en el minuto 50. Los minutos fueron pasando, debutó el recién llegado Pozo, Dani Rodríguez marcó con un potente disparo desde fuera del área y Ferran fijó el marcador final (4-1). l