No hubo concesiones de cara a la galería. Ni espacio para las rotaciones ni las frivolidades. Vicente Moreno lanzó un mensaje con una alineación cargada de titulares ante... un Tercera. El entrenador del Mallorca aprendió de la experiencia de El Álamo para tirar de su mejor traje ante un rival que acumulaba diecinueve victorias consecutivas y que amenazaba con agrandar la brecha balear a domicilio. Un gol de Aleix Febas liquidó el asunto para impulsar al grupo bermellón hasta los dieciseisavos sin apenas un rasguño: dos rivales de Tercera, dos triunfos por la mínima y dos rondas ya archivadas en el cuaderno de la temporada.
La alineación de Moreno se puede interpretar como una falta total de confianza hacia los suplentes (apenas Marc Pedraza y Trajkovski disputaron minutos) o como una apuesta por los Morenitos, esa base de futbolistas inamovibles en las dos últimas campañas que siguen la doctrina de V.M. al pie de la letra.
En Zamora volvió a verse la línea de tres centrales con dos carrileros -Gámez y Lumor ocuparon las orillas- que deberá pasar otra reválida el próximo domingo, en Son Moix, ante el Valencia. De momento, sin hacer ruido, el Mallorca sigue superando rondas en esta Copa que se ha sacado Rubiales de la manga. Quizás sirva para llenar el depósito de confianza. Eso sí, con los titulares...