De nuevo con la maleta a cuestas, el Real Mallorca afronta este domingo una cita de alto voltaje. Uno de esos duelos que, pese a lo inmenso del calendario y lo lejos que queda la meta, arrastran una carga doble y tienden a dejar huella. El conjunto balear visita el hogar del equipo que tiene justo a su espalda en la clasificación, un Celta con los dos pies metidos en el barro desde hace semanas. Incapaz de facturar un solo punto en sus siete salidas anteriores y justo después de encadenar tres derrotas, la escuadra isleña se ha propuesto salir del cascarón como visitante en Vigo, un terreno abonado para el forastero que marcará la composición provisional de las profundidades de la clasificación (Balaídos, Gol, 14.00 horas).
El paso por el Camp Nou dejó una dolorosa goleada, pero también aclaró que Take Kubo está llamado a ser uno de los grandes referentes del Mallorca de esta temporada y ofreció nuevas cuerdas de salvamento a las que agarrarse. La más importante de ellas, la del Cucho Hernández. Enganchado ya a la causa a todos los efectos, el colombiano debería ir ganando protagonismo y peso en el grupo con el avance de las jornadas. En cualquier caso, su aparición coincidía con el segundo doblete de la temporada de Ante Budimir, que le permite seguir avalando la titularidad.
Las principales dudas del técnico para la batalla, Lago Junior y Dani Rodríguez, superaron el primer corte y viajaron este sábado incrustados en una expedición de diecinueve futbolistas en la que habrá un descarte. En cualquier caso, ya avisó Vicente Moreno de que no sería fácil verlos a los dos jugando de inicio. El marfileño, que últimamente solo pudo participar en el segundo acto contra el Betis, parece ya totalmente a punto y a expensas de lo que decida el míster. En cuanto al gallego, ha trabajado a un ritmo inferior parte de la semana por precaución y habrá que ver si se mantiene en el once o si cede su sitio a algún otro centrocampista.
En cuanto al resto del bloque, la única duda podría estar en los laterales, donde el técnico tiene a tres efectivos para elegir: Sastre, Gámez y Lumor, que regresa a la convocatoria rojinegra. Mientras tanto, se quedaban en Palma Baba Rahman, Abdón, Salibur, Álex Alegría, Aridai, Pedraza, Trajkovski y el portero Miquel Parera.
En un choque marcado por las urgencias, parece que las mayores están del lado local. Los gallegos, que construyeron un equipo para pelear por Europa, están revisitando a los fantasmas de la pasada temporada, en la que no certificaron su permanencia hasta el último fascículo del curso. Después de la dura derrota frente al Leganés en Butarque, donde mostró la cara más gris de la etapa Óscar García Junyent, el equipo vigués encara sin margen de error la llegada del peor visitante de LaLiga.
El aterrizaje de futbolistas de nivel como Rafinha, Santi Mina o Denis Suárez no ha resuelto el mayor problema del equipo, esa falta de competitividad que ha acusado desde que se fue Berizzo. Una faceta en la que el cuerpo técnico actual tampoco da con la tecla.
En principio, el entrenador de los gallegos volverá a agitar su once después del paso en falso que dio en Butarque con una revolución que no dejó frutos. Eso llevaría a Pione Sisto a recuperar la titularidad en el frente de ataque, junto a Iago Aspas y Santi Mina.
Igualmente, podría regresar Lobotka al centro del campo, donde repetirían Pape Cheikh y Rafinha. Lo que parece que sí se mantendrá intacto es la línea defensiva, con Hugo Mallo, Olaza, Aidoo y Araujo.