Los once ‘Morenitos'... y poco más. El Real Mallorca deberá encomendarse a la divinidad para que los titulares de Vicente Moreno no se resfríen o se tomen el elixir de la juventud para aguantar todos los partidos del curso. Porque, una vez más, quedó en evidencia que este equipo no tiene banquillo ni nadie que pueda ofrecer aire fresco o desatascar los duelos. Las actuaciones de Lumor -titular en perjuicio de Joan Sastre-, Salibur y Trajkovski -que entraron de recambio- restaron en un Mallorca que se dejó empatar el partido hasta en dos ocasiones.
El Mallorca dominó la tarde en el primer acto y se dejó comer la tostada en el segundo ante un Osasuna que llegó mejor a los estertores de la cita. Más entero y más sólido. Arrasate sí que oxigenó a su once habitual y el plan B del conjunto navarro funcionó. Todo lo contrario sucedió en el Mallorca, que fue empeorando a medida que el técnico realizaba cambios. Los hombres que entraron desde el banquillo le restaron potencial.
El partido giró en torno a la figura de Estupiñán. Moreno fijó a Lago Junior en la derecha -por primera vez en mucho tiempo- para vigilar las subidas del ecuatoriano y aprovechar su vocación ofensiva para entrar por ese carril.
El punto sitúa de nuevo al Mallorca en la zona tenebrosa y frena su racha en Son Moix. Hay que mirar ya a Valladolid, donde deberán jugar los ‘Morenitos'. Por el bien del equipo...