El Real Mallorca debe afrontar en los próximos días una reforma integral de su plantilla porque muchos de los jugadores que actualmente están en plantel no cuentan con vistas al próximo curso. Algunos son patrimonio del club y es interesante su continuidad de cara al futuro, pero otros no contaban en Segunda B, tampoco en Segunda A y mucho menos interesa su continuidad en la máxima categoría del fútbol español. El ascenso obliga a cambiar de planes
Castro y Faurlín
La lista abarca a un grupo inicial de futbolistas con contrato y para nada fáciles de colocar. Los casos más complicados son Carlos Castro (con contrato hasta 2020) y Alejandro Faurlín (2020), ambos con fichas importantes. A partir de ahí la lista de futbolistas que están en el mercado es muy extensa: Alvaro Bustos, Moyita (que ha renovado hasta 2022), Néstor Salinas, Fernando Cano (el Lleida pretende su fichaje a coste cero), Pol Roigé, Sergio Buenacasa (una apuesta de futuro que debe tener minutos), Álex López (en la agenda de varios equipos de Segunda), Bryan Reina y Pablo Valcarce (con mercado en la categoría de plata).
Tres casos especiales
Enzo Lombardo, Franco Russo y Stoichkov. Estos tres últimos casos son especiales porque el Mallorca no quiere desprenderse de ellos, pero sí necesitan minutos. Enzo ha firmado un buen año en el Racing, Russo ha estado a la sombra de los centrales y Stoichkov ha sido demasiado intermitente. Los tres necesitan seguir jugando y no será fácil que tengan minutos este año aquí.
Plantilla excesiva
A partir de ahí resta activar las negociaciones con jugadores y clubes y actuar con cierta rapidez porque en caso de no producirse avances notables durante la presente semana, de cara a la próxima, cuando el equipo empiece la pretemporada, Vicente Moreno puede encontrarse con una plantilla que supere los 30 futbolistas, circunstancia que para nada es recomendable, sobre todo porque dificulta mucho el trabajo y la planificación de los entrenamientos.
Sin embargo, durante esta semana ya con el consejero delegado del club Maheta Molango en Palma y con Javi Recio, el director deportivo, lo previsible es que se agilicen muchas gestiones al respecto además de avanzar en la incorporación de fichajes que están apalabrados y que hay que cerrar de forma más o menos urgente.
La nueva realidad
La temporada en Primera División exige contar con una plantilla competitiva al máximo y muchos de los futbolistas que en estos momentos están en plantilla llegaron tras descender el equipo a Segunda División B y ahora la exigencia y la realidad es otra. El club estaba preparado, incluso bien preparado, si el equipo se mantenía en Segunda A con gestiones cerradas como las de Chavarría o la renovación de Baba, por ejemplo. Sin embargo, subir el escalón a Primera como lo ha hecho el equipo en el playoff ha obligado a activar otro plan tanto en lo referente a las bajas como a los fichajes.
Cumbre en EEUU
La hoja de ruta se ha cerrado en Estados Unidos y ahora tiene que empezar a construirse el proyecto de regreso a Primera. Por ahora el club ha cerrado los fichajes de Alex Alegría, Pablo Chavarría (2012), Martin Valjent (2022) y Ante Budimir (2023), además de ampliar contrato a una de sus joyas, Iddrisu Baba (2022).
Raíllo y Lago Junior
De la actual plantilla también hay casos especiales que el club quiere cerrar lo antes posible. El ascenso a Primera obliga a revisar varios contratos entre ellos los de Raíllo y Lago Junior. Ambos futbolistas tienen contrato en vigor hasta (2021), pero en ambos casos hay que adaptarlos a la categoría y a su rol en el equipo y en el vestuario. No son asuntos urgentes que requieren ser cerrados de inmediato, pero resulta evidente que tarde o temprano el club deberá mover ficha.
Se acumula el trabajo este mes de julio en las oficinas del Real Mallorca a falta de poco más de una semana para que vuelva a empezar el trabajo en Son Bibiloni. También es cierto que el mercado tiene sus propios tiempos y en ocasiones avanzarse no es fácil y hay que tener paciencia y saber jugar tus cartas.