Siete años después, el Atlético Baleares vuelve a sentirse campeón. Todavía precisa dos victorias para reeditar la conquista de Gustavo Siviero, pero está en el camino. Zanjado el asunto del playoff, una anécdota para un equipo que llevaba tiempo manejándose a velocidad de crucero, Manix Mandiola habló abiertamente en Valencia -por primera vez- de ir a la caza del primer puesto.
Con el torneo agonizando -sólo restan cuatro jornadas para el final- y una renta de siete puntos sobre Hércules y el filial del Villarreal, el Atlético Baleares transita sobre suelo plano. Campeonar nunca fue su gran reto, pero es indiscutible que se lo ha ganado. La euforia blanquiazul es casi tangible, como fresco todavía el recuerdo de la eliminatoria que disputó con el Mirandés. Nunca tuvo el ascenso tan cerca.
Como sucede en el Real Mallorca, nadie quiere hablar de un cambio de galones, pero los sueños son innegociables y la hinchada del Atlético Baleares vuelve a creer. Afianzado entre los mejores, la escuadra de Vicente Moreno lleva tiempo ganándose el respeto de la Liga. Ha cerrado la jornada en la quinta posición y suma cuatro puntos más que el Deportivo (séptimo). Con todavía mucha tela que cortar en Segunda, el Mallorca va lanzando y su rastro evidencia que es capaz de cualquier cosa. También en un playoff. ¿Es el año de dos ascensos? Por qué no...