Unas pérdidas superiores a los cuatro millones de euros y un gasto de 2,4 millones en sueldos para ejecutivos y personal no deportivo. La auditoría de las cuentas del Real Mallorca desvelan el desastre económico que supuso el descenso del equipo balear a Segunda División B y el enésimo esfuerzo económico de la propiedad.
PÉRDIDAS MILLONARIAS
Más de 4,2 millones de euros
El club balear cerró la temporada 2017-18 con unas pérdidas de 4.296.428 euros, según se desprende del informe de cuentas anuales elaborado por la empresa auditora Checking Balear. Durante su etapa en la categoría de bronce, el Mallorca gastó en personal unos 7,2 millones de euros, 4.720.399 en plantilla y 2.476.449 en personal no deportivo. En este sentido, destacan los más de 300.000 euros (320.785) que gastó la entidad en indemnizar a empleados. En cuanto a los sueldos y salarios del personal no deportivo, en el que se incluyen el consejero delegado, el director general o el director deportivo, entre otros, la cifra alcanzó los 1,7 millones de euros. Esta cantidad destinada exclusivamente a los ejecutivos supera el presupuesto de muchos clubes que compartieron la categoría con la SAD balear la pasada campaña en el Grupo III de la Segunda B. Asimismo, en el informe destacan en el apartado de la evolución previsible de la sociedad, que el ascenso a Segunda División A va a «suponer un aspecto positivo en todos los aspectos de la entidad».
INGRESOS DEL CLUB
Ayuda al descenso y Brandon
En el capítulo de ingresos, el club balear recibió una ayuda de la LFP de 2.250.000 euros, 585.486 en concepto de abonados y 1.298.110 por publicidad. Por televisión, el club recibió 248.383 en virtud del acuerdo que firmó con IB3 Televisió. Por traspasos, obtuvo 2.854.832 euros por el traspaso de Brandon Thomas, que fue vendido al Rennes francés. Por el ascenso a Segunda División A, el Mallorca repartió primas colectivas de 500.000 euros.
500.000 EUROS A INTERMEDIARIOS
Más comisiones que traspasos
Es uno de los aspectos que más llama la atención en las cuentas del Real Mallorca. El club balear le pagó sólo el año pasado a intermediarios más de medio millón de euros en comisiones a pesar de militar en la Segunda División B.
INCLUYE LA VENTA DE MONTIEL
Prevé pérdidas de 3,7 millones
La auditoría también proyecta unas pérdidas de 3,7 millones para el actual ejercicio, 2018-19, a pesar de que el club ya ha incluido los 2 millones de euros que ingresó por la venta del juvenil Tòfol Montiel a la Fiorentina el pasado verano.
Según los datos de la entidad, la principal fuente de ingresos son los derechos de televisión, por los que el club recibe 5,4 millones de euros. Asimismo, la plantilla tiene un gasto de 6,2 millones de euros, mientras que se destinan de nuevo más de 2 millones de euros a los sueldos y los salarios del personal no deportivo. Con los datos en la mano, el Mallorca actual se financia gracias al músculo económico del grupo liderado por Robert Sarver, que ya ha inyectado más de 30 millones de euros en tres años en las arcas de una entidad en números rojos.