El Mallorca está más cerca de regresar a Segunda División. En el partido de ida del playoff de ascenso ha derrotado al Mirandés (3-1), en un partido casi perfecto de los bermellones. Solo lo ha empañado algo el tanto de Pito Camacho, que les da algo de vida a los burgaleses para la vuelta.
Falta poco, muy poco para volver al Mallorca en el fútbol profesional. Lo hecho hoy acerca a los de Vicente Moreno hacia su objetivo en un partido casi redondo para los locales. Y culpa del 'casi' la tiene ese tanto del Mirandés cuando el marcador reflejaba un 3 a 0.
El inicio del partido no pudo ser mejor. Cuando todavía no se habían jugado ni dos minutos Lago Junior golpeaba. Una brillante acción por banda derecha de Joan Sastre acababa en las botas del marfileño, que sin pensárselo disparaba y batía a Limones. Ni en los mejores sueños del más mallorquinista se podía imaginar que el partido iba a empezar así.
A pesar de ese tanto, que descolocaba a los dos equipos, el Mallorca seguía a lo suyo. Quería más. Y con esa intención seguía apretando el equipo local. La presión que ejercía sobre la salida de balón del Mirandés bloqueaba a los burgaleses y Salva Sevilla ha demostrado que vino para esto. Para mandar y para llevar el ritmo de partido a su antojo.
Y la superioridad sobre el césped se tradujo en otro tanto. El segundo, que desató ya la locura de los 13.780 espectadores que se han dado cita hoy en Son Monix, ha llegado tras un lanzamiento de córner y el posterior remate de Raíllo. Cuestión de justicia poética. Los dos jugadores que continúan en la plantilla después del descenso de la pasada temporada, Lago y Raíllo, eran los goleadores.
El Mirandés despertó cuando marchitaba la primera mitad, pero sin la sufieciente fuerza como para poner en aprietos a los bermellones. Era la primera mitad soñada, si es que alguien había soñado con algo así. Complicado.
El segundo acto ha arrancado con un conjunto burgalés metiendo una marcha más. Un 2 a 0 dejaba casi sentenciada la eliminatoria y había que dar un paso más. A pesar de las intenciones, Cervero se ha encontrado bien sujeto durante los 90 minutos pero ha tenido la suya en el 54, pero Reina estaba ahí. Ese paso al frente del Mirandés dejaba huecos atrás y eso no era buena noticia para ellos.
Cuando más insistían los de Pablo Alfaro llegaba el tercero del Mallorca. Aridai de cabeza dejaba sentenciado el partido y casi la eliminatoria. El canario se aprovechó de una larga jugada empezada por la derecha por el omnipresente Sastre y finalizada después de un centro desde la otra banda.
Son Moix era una fiesta. Se imaginaba ya, y con toda la razón del mundo, a un Mallorca en la LFP. Y no era para menos. El 3 a 0 era un resultado espectacular. Pero el Mirandés no había dicho su última palabra. Tanto apretaban los burgaleses que les llegó su premio. Pito Camacho batió a Reina después de una buen acción colectiva. No era un jarro de agua fría, pero sí que se enfrío la grada.
Los últimos minutos han sido un quiero y no puedo de los visitantes y ese estado casi lo aprovecha Lago, que ha acabado fundido el partido después de un gran esfuerzo, casi anota el cuarto. Pero se tendrá que conformar con tres, que no son pocos.
Faltan 90 minutos para que el Mallorca vuelva de donde nunca tuvo que haberse ido.