La Asamblea de Copropietarios del Lluís Sitjar decidió posponer a julio su decisión definitiva (¿?) sobre la compraventa de sus acciones a Cort, que semanas atrás formalizó una oferta de 9'7 millones de euros —14,603 por título— por la adquisición de un solar de uso exclusivamente deportivo.
El aplazamiento de la votación se adoptó por la gran cantidad de dudas que expresaron los asistentes a la reunión y debido también a la ausencia de muchos de ellos, que abandonaron la sala de actos del colegio Sant Francesc antes de que acabase el cónclave.
Tanto el alcalde Antoni Noguera como José Hila, titular del área de Urbanisme, tomarón parte activa en la asamblea y explicaron la posición del Ajuntament, que aspira a adquirir, al menos, el 51% de los títulos del Sitjar. Esta posición de dominio posibilitaría a Cort poder ejecutar su viejo plan, que pasa por prolongar la Falca Verda y dotar de nuevos equipamientos a esta zona de Es Fortí.
Noguera e Hila dejaron claro que la oferta que Cort ha puesto sobre la mesa «es inamovible», argumentando que la tasación del solar ha sido establecida por los técnicos de Urbanisme. «Es nuestra línea roja y no la podemos atravesar», aseveró Hila.
Durante su intervención, Joan Aguiló, presidente de los Copropietarios del Sitjar, consideró «insuficiente» la propuesta económica de Cort y recordó que una tasación independiente realizada por el consistorio en 2010 —«en plena crisis económica»— alcanzaba los 17,5 millones de euros. Aguiló añadió que, bajo su prisma, el solar del Sitjar tiene un valor de mercado superior a los 22 millones y que votaría no a la oferta del Ajuntament.