El conjunto bermellón ha caído en su visita al filial valencianista (2-1) después de una primera parte para olvidar, donde se fue al túnel de vestuarios con una desventaja de dos goles. En la segunda mitad los baleares mejoraron la imagen, recortaron distancias con un golazo de Salva Sevilla y merecieron el empate que no llegó. El bagaje de los mallorquines en las últimas seis jornadas es de solo tres puntos.
El inicio del partido era un claro aviso de lo que iba a ocurrir poco después. En el minuto 5 el Valencia Mestalla ya tuvo la primera ocasión clara, que obligó a Reina a lucirse para evitar el tanto. El balón en esos primeros minutos fue del filial.
Vicente Moreno apostó de inicio por un solo delantero, Álex López, dejando en el banquillo a Abdón. Damià también tuvo su oportunidad de salida, pero como es habitual en él, no hizo méritos para volver a repetir.
Los problemas de circulación fueron una constante del Mallorca en los primeros minutos debido, en buena parte, por la alta presión de los locales. Esa alta presión y el mejor posicionamiento en el campo acabó con un penalti, absurdo, todo sea dicho, de Sastre, que empujó al rival en un salto a escasos metros del árbitro. Jordi Sánchez anotó y adelantó de manera merecida a los valencianistas.
Tras el tanto el Mallorca reaccionó. Comandado por Lago Junior, de los pocos activos en la primera parte, buscó el empate pero lo que llegó fue el segundo gol de los locales. Fran Villalba, una de las perlas de la cantera che, batió a Reina y ponía el dos a cero cuando los de Vicente Moreno más buscaban el empate. Cosas del fútbol.
La segunda parte fue otra historia. Moreno realizó un doble cambio en el descanso, dando entrada a Abdón y Álvaro Bustos por un desapercibido Damià y Arida, todavía renqueante de sus molestias. Con estas dos entradas el Mallorca fue un equipo más reconocible y desde el primer instante se notó.
Embotelló en su campo al Valencia Mestalla y Lago, otra vez Lago, estuvo a punto de acortar distancias. Esta vez su disparo se topó con el cuerpo del guardameta local. Abdón, 'castigado' hoy, se erigía en la referencia en ataque, con unos buenos minutos haciendo jugar a sus compañeros más que rematando los múltiples centros que llegaban.
Ese dominio mallorquín también tenía sus riesgos y así el Valencia Mestalla estuvo a punto mediada esta segunda mitad de matar el partido pero el cabezazo de Fran Navarro acabó estrellándose en el larguero.
En el 75 llegó un rayo de esperanza. Salva Sevilla acortó distancias gracias a un maravilloso lanzamiento de falta directa. Y a partir de aquí el Mallorca se lo creyó. Siguió empujando y teniendo ocasiones. Y hasta un penalti que pudo señalarse pero murió en la orilla después de dominar y acorralar a su rival.