Vicente Moreno Peris (Massanassa, 1974) es el cabeza visible del equipo líder del grupo tercero de Segunda División B. Con 43 años suma ya 200 partidos en el fútbol profesional y el Mallorca ha encontrado en él al jefe perfecto de un vestuario entregado a la causa del ascenso. Todavía resta el último tercio de travesía por el infierno hasta que llegue el plato fuerte del playoff. Moreno es optimista, pero quiere también vivir el presente y disfrutar de los sorbos de alegría que va dando su equipo jornada a jornada.
—Con 43 años suma ya 200 partidos en el fútbol profesional. ¿Está satisfecho de su trayectoria hasta ahora?
—No me paro a pensar mucho en eso. Pasé muy rápido de ser jugador a entrenador y eso te facilita la posibilidad de ir acumulando partidos y el tiempo pasa rápido. Esto me ha permitido, con una corta edad, ir acumulando partidos.
—Usted ha vivido buenos y malos momentos en su carrera profesional en los banquillos. ¿Espera ahora el otro gran momento del ascenso con el Mallorca?
—Uno siempre quiere pensar que lo mejor está por llegar y por poder vivir. Es cierto que he experimentado momentos muy buenos estos seis años que llevo entrenando. Unos te van curtiendo y otros, no tanto. Al final la mejora de cualquier profesional en su trabajo, es vivir y experimentar diferentes situaciones. Eso te hace fuerte y aprendes a estar en todas las situaciones que se vayan dando. Todos tenemos la ilusión de ir viviendo experiencias positivas y esperemos sea aquí, en el Real Mallorca.
—Ahora que ya lleva casi ocho meses en el Mallorca y cuenta con más argumentos para opinar, ¿qué cuenta a sus compañeros o familiares cuando le preguntan por el Real Mallorca?
—Antes de entrar sabía que el Mallorca era un club grande. Era la perspectiva que tenía, y ahora desde dentro te das cuenta de que es más grande de lo que imaginaba en todos los sentidos. Por todo lo que arrastra, por la gente que está pendiente del equipo y por todo lo que cuenta para poder trabajar, todas las condiciones en cuanto a ciudad deportiva, estadio... Y uno se siente afortunado de estar aquí. Me siento muy afortunado de poder ser el entrenador del Real Mallorca y de poder llevar a cabo aquí mi profesión.
—¿Le satisface que haya una opinión generalizada respecto a que el club ha acertado con su elección?
—Es una afirmación que desde mi perspectiva se agradece mucho y me refuerza en el trabajo diario y me anima a seguir con la ilusión de hacer bien las cosas. Sin embargo, al final los resultados, si son positivos, ayudan a esa visión optimista. Espero que esto sea así de cara al futuro. Nosotros nos debemos al aficionado y queremos que estén contentos con nuestro trabajo.
—¿Cree que su etapa en el Mallorca puede ser larga?
—No me paro a pensarlo demasiado. Tanto el club como yo nos ligamos contractualmente más de una temporada y eso ya demuestra confianza mutua. Pero en el fútbol hablar de largo plazo es arriesgado porque los entrenadores dependemos de los resultados.
—Diez puntos de ventaja sobre el segundo, ¿visualizaba estar a estas alturas de temporada en una situación como la actual?
—Es un escenario ideal, pero ahora tampoco te garantiza nada. Si faltasen tres jornadas, sería fantástico para conseguir la primera opción, pero quedan 36 puntos en juego y si queremos seguir ahí arriba hay que superar dificultades, trabajar mucho, seguir en la misma línea y no aflojar porque la competición no te permite hacerlo.
—Queda mucho para el playoff, pero ¿llegará bien el equipo, tanto física como mentalmente?
—Esa es la idea, estar siempre bien. En la primera jornadas, a día de hoy y en el último partido. Tan importante es ganar el primero como el último encuentro. Trabajamos en esa dirección y queremos estar siempre lo mejor posible. En el fútbol no puedes trabajar con picos de rendimiento porque necesitas ganar cada semana, pero intentamos estar lo más próximos posible a nuestro mejor estado de forma. Ese es el objetivo y hacia ahí dirigimos nuestro trabajo.
—Ahora mismo el gran rival es el Vilarreal B. ¿Cómo lo ve?
—Como todos. Es un muy buen equipo a todos los niveles, especialmente a nivel individual. Tienen muchísima calidad y además los conozco bien, porque tuve la oportunidad de trabajar con las selecciones de la Comunitat Valenciana, con la sub' 18 y sub'16 y algunos de ellos pasaron por allí y son futbolistas que conozco muy bien. Muchos son internacionales y entre ellos hay seis o siete de ellos que ya han jugado en Primera División con el primer equipo. Es un buen conjunto, como lo son también los que vienen por detrás, como el Elche o el propio Cornellà, equipos con un nivel muy similar al nuestro. Tienes que hacer las cosas muy bien para mantenernos donde estamos ahora.
—El equipo entremezcla talento, músculo, juventud y experiencia. Al margen de estas virtudes se ve un grupo muy sano ¿es una de las claves del éxito?
—No creo que sea una de las claves, sino la clave más importante. Tenemos un nivel de jugadores excepcional y eso ayuda mucho al equipo y a mí como entrenador, como cuerpo técnico. En el día a día es mucho más fácil trabajar con jugadores de este nivel, en lo personal y en lo profesional. Es la clave para estar dónde estamos en estos momentos.
—Usted manifestó que este equipo es por encima de todo fiable. ¿Le van a dar ahora los refuerzos de invierno mayor seguridad de cara al futuro?
—Seguridad y dolores de cabeza. Benditos dolores de cabeza, porque cada semana tienes que hacer una convocatoria y dejar fuera a gente que seguramente podría ser titular. Siempre es difícil, pero es la ilusión de todo entrenador, tener esa dificultad. Es complicado elegir pero el margen de equivocación es menor, porque sea cual sea el elegido lo hará bien y van a dar el nivel que el cuerpo técnico les pide y que el club también les reclama por exigencia.
—Deportivamente su equipo sigue ganando, pero los problemas no desaparecen. Este domingo no puede contar con Àlex López, Salva Sevilla y Joan Sastre. Bajas muy importantes.
—Puedes verlo como un problema o como una posibilidad para ponerte a prueba e ir superando adversidades, que es lo que nos va a tocar. La temporada es larga y si quieres ser un buen equipo y ganarte la posibilidad de ser aspirante a ganar y cubrir objetivos, ahora tenemos la oportunidad de probar cosas ante un buen rival, en un campo difícil y con la baja de algún jugador. Yo prefiero tener a todos disponibles, pero no soy mucho de quejarme porque tengo una buena plantilla para poder ir solucionando los problemas que se van sucediendo durante un año largo.
—El domingo les espera otro examen duro en Cornellà.
—Ocurre todas las semanas. En este caso vamos a jugar contra un equipo de la parte alta, que está en un buen momento y que es un buen equipo. Le vi la semana pasada contra el Villarreal y ganó tres a cero anulándoles tres goles. Será difícil y es un partido con muchos alicientes y donde vamos a intentar ganar como lo hacemos en todos los partidos. Al final de lo que se trata es de trabajar y de dirigir tu punto de mira hacia el triunfo en este partido y después en el siguiente y así ir pasando jornadas hasta cubrir esta primera meta que nos hemos marcado.
—¿Les obsesiona el ascenso?
—Al final en momentos determinados en mi carrera como jugador o entrenador te das cuenta de que todo lo que quieras correr en ocasiones no sirve para nada porque las fechas son las que son y las cosas se juegan cuando toca. Ahora toca sumar mucho y hacer las cosas bien para poder continuar en esta zona alta de la clasificación. En estos momentos estamos centrados en cubrir bien el camino hacia lo que queremos. La vida es tan corta que si queremos que los meses pasen tan rápido disfrutaremos poco del presente. Hay que ir paso a paso y disfrutar el tiempo que tenemos por delante. Disfrutemos el momento.
—El que parece ir hacia abajo es el Atlètic Balears.
—Yo sigo pensando que va a salir de donde está. Es verdad que cuando entras en esa dinámica no es fácil abandonarla. Por muy buen equipo que tengas, que creo que el Balears lo tiene, y por muy buenos entrenadores que tengas, que ellos los han tenido y los tienen. Esa mala dinámica no te deja mostrar el nivel que tienes realmente. Pero quedan puntos suficientes para que cambie la parte baja de la tabla y seguro que si el Atlètic Balears da todo su potencial estará muy lejos de la posición en la que está ahora.