El Mallorca va lanzado hacia el campeonato en el grupo tercero de Segunda B, aunque desgraciadamente este meritorio éxito no garantiza el ascenso si después no supera el playoff de ascenso. Sin embargo, el transitar por la temporada está resultado extraordinariamente plácido hasta el punto de ser el mejor equipo de las categorías nacionales del fútbol español e incluso uno de los que mejores números presenta en Europa. Es cierto que para poder mostrar esta realidad se ha pagado un precio muy alto: perder un espacio casi histórico en el fútbol profesional y la trayectoria de esta temporada sirve al menos para ahogar las penas a la espera del anhelado regreso a la LFP.
Pero mientras eso sucede, la afición contempla ahora con gran orgullo cómo su equipo manda en Segunda B y marca la diferencia en su grupo. Doce victorias, cinco empates y ninguna derrota es una hoja de presentación al alcance de muy pocos y el Mallorca la ha alcanzado con altas dosis de humildad y poniendo en liza un fútbol práctico y como refleja la clasificación, por encima de el resto de rivales. El gran mérito de este equipo es haberse adaptado desde el minuto uno a la categoría con extraordinaria rapidez y a partir de ahí ha ido echando bocados a uno y otro rival hasta convertirse en el equipo a batir, pero también en el equipo al que nadie puede batir. «Todos quieren ganar al Mallorca», manifestó este pasado domingo Toni Seligrat, entrenador del Sabadell. Sin embargo, todos por ahora han caído en su intento de superar al once de Vicente Moreno.
Un vistazo a la clasificación de equipos invictos en Europa indica que son pocos y muy buenos. Dos de ellos militan en la Primera División española, son el Barcelona y el Atlético de Madrid; en Italia el Inter tampoco ha perdido todavía y en la Premier es el City de Guardiola quien empata y gana y nunca pierde. A partir de ahí encuentra espacio el Mallorca con unos números que son la envidia de muchos, pero que hay que rematar para poder subir a Segunda A con un playoff duro y traidor. Es precisamente ese momento el que los aficionados más temen porque una cosa es el campeonato regular y otro el cara o cruz que supone jugarse toda la temporada en dos partidos o como mucho en seis encuentros en tres eliminatorias. Por ahora el foco se centra en seguir sumando puntos y en mantener o incluso aumentar las enormes ventajas que separan al equipo rojillo de sus inmediatos perseguidores en el la clasificación. En estos momentos el segundo, el Villarreal, se encuentra a 11 puntos; el tercero, el Cornellà, a 12 y el Elche que es cuarto está ya a 14. Diferencias que muy notables y que el equipo pretende seguir aumentando. De momento el reto es sumar los seis puntos que restan de aquí a final de 2017 y seguir en la zona noble donde solo están los mejores.