La peñas del Real Mallorca mostrarán este sábado en Son Moix su descontento tras confirmase la pasada jornada el descenso del conjunto rojillo a Segunda División B. La Federació de Penyes Mallorquinistes, tras reunirse este miércoles, ha planeado una serie de acciones para dejar patente tanto al club como a los jugadores su descontento por la mala temporada.
A través de un comunicado distribuido mediante las redes sociales, la Federació de Penyes ha pedido a los aficionados bermellones que acudan a recibir al equipo de forma «no amistosa» pero sin violencia, solicitando a los asistentes que porten tanto pancartas como objetos para hacer ruido.
También han pedido a los aficionados que cambien la tradicional camiseta roja del Mallorca por una negra y dar la espalda al equipo cuando salte al campo. Los peñistas han acordado realizar una pañolada y una pitada durante todo el partido.
Otra medida planteada por la Federació de Penyes es abandonar las gradas del estadio de Son Moix en el minuto 57 de partido y esperar en los vomitorios para acceder nuevamente al campo a falta de cinco minutos para el final y expresar su disconformidad al palco y a los jugadores al final del partido.
Finalmente, piden a los aficionados esprar a la salida de jugadores y directivos en la puerta cero al concluir el partido.