El entrenador de RCD Mallorca, Sergi Barjuan, aseguró este domingo después de que el equipo certificara su descenso matemático a Segunda B que se puso «todo el trabajo», pero «no pudo ser».
El técnico bermellón lamentó el mal inicio de partido de los suyos, que a las primeras de cambio se vieron con un gol en contra ante el Mirandés, lo que echó por tierra toda la «preparación» previa.
«Preparas un partido» en el que «te estas jugando el futuro y en el primer minuto te ves con un gol en contra», una situación «muy difícil de controlar», ha afirmado.
En este sentido, el preparador considera que el equipo tuvo «oportunidades para dar la vuelta al resultado», pero finalmente no lo consiguió, presa del «nerviosismo» y la «ansiedad».
Eso sí, Barjuan quiso destacar las «ganas, el ímpetu y la intensidad» que pusieron sobre el césped de Anduva sus jugadores, que una vez más se vieron lastrados por la «falta de contundencia en la portería rival» a pesar de «creer» en la remontada.
Obviamente, señaló, «el vestuario está triste», pero no se atrevió a aventurar el futuro del club en Segunda División B, asumiendo la responsabilidad que le corresponde por no haber cumplido el objetivo con el que llegó al equipo.
Por su parte, el técnico del Mirandés, Pablo Alfaro, valoró la «profesionalidad» de sus jugadores, que a su juicio supieron encarar un partido complicado al saberse ya descendidos.