El Real Mallorca se dispone este jueves a oficializar el cambio de propiedad. Salvo sorpresas, que en el club balear son siempre posibles, Dudú Aouate tiene que convertirse a todos los efectos en el nuevo máximo accionista de la SAD Balear gracias al acuerdo de cesión de acciones al que ha llegado con Serra Ferrer, que tiene el 49 % de lo títulos, y la venta del 5,4 % que ostenta Gabriel Cerdà. De esta forma, el exportero intenacional pasará a ser el máximo accionista de la entidad rojilla además de mánager general.
Para que este paso sea definitivo hoy jueves debe refrendarse ante notario el preacuerdo establecido entre todas las partes y que estaba pendiente solo de conocer el informe económico solicitado por el club a Ernst & Young. Todas las partes están por la labor de certificar el pacto inicial y darle oficialidad en las próximas horas. Inicialmente hoy es el llamado día D, el día en que van a producirse tres noticias puntuales: la confirmación de Dudú Aouate como máximo accionista, la salida del club de Gabriel Cerdà y el paso atrás de Serra Ferrer en la administración. Inicialmente debería ser también la salida definitiva del ‘pobler', pero la prudencia es fundamental cuando se habla de los pasos que da Serra Ferrer, hacia delante o hacia atrás.
Durante estas últimas tres semanas los aficionados han esperado día a día la confirmación de que Aouate se haga con el control del Mallorca y todos los pasos que se han dado hacen pensar que eso va a ser así entre hoy jueves y mañana viernes. El exportero destituyó al anterior cuerpo técnico, fichó al actual con Karpin a la cabeza, contrató jugadores basados en su hoja de ruta y ahora solo resta que empiece a ejercer de máximo accionista marcando la línea inistitucional, social y económica, además de la deportiva.
Es precisamente el aspecto financiero el que ha influido en Serra Ferrer y Biel Cerdà, según sus propias declaraciones, a apostar por el proyecto del exguardameta. Sin bien inicialmente la venta de Serra a Aouate fue calificada como una «venta ficticia» según el propio presidente del consejo de administración, posteriormente cambió de opinión. En la nueva versión de la compra, Cerdà vio la luz y observó que el proyecto del guardameta venía acompañado de un importante apoyo económico. A partir de ahí los acontecimientos poco a poco han ido sucediéndose más o menos como estaba previsto y tras cederle Serra sus acciones, ahora toca a Cerdà alargar el brazo y empezar a cobrar. Y cobrará mucho por su ‘testimonial' 5,4% de las acciones. Percibirá una cifra cercana a los tres millones de euros y lo hará en varios plazos. El primero debe recibirlo antes del 30 de agosto, el próximo sábado, y la cifra será de 600.000 euros. A partir de ahí percibirá una cantidad idéntica a final de año y otra al término de la temporada.
Es la manera establecida para ir cobrando lo estipulado y hacer efectiva su marcha del club, que deberá ser efectiva de inmediato. Sin embargo, habrá que convocar un cosejo de adminitración para dar a conocer las novedades en el órgano de poder del club y a su vez llevar a cabo los nuevos nombramientos.
Sería una noticia devastadora para el mallorquinismo que con todo en marcha no se pudiera llevar a cabo la operación y todo quedara más o menos igual que hasta ahora. Cabe recordar que tanto Serra Ferrer como Gabriel Cerdà han mantenido contactos con otros compradores potenciales durante este último mes, pero las condicione planteadas no han sido del agrado de los grupos que han pretendido hacerse con los títulos de los accionistas sindicados.
Mientras tanto y paralelamente a la operación de compra venta de acciones, el mánager general continúa pendiente de cerrar la plantilla, un asunto que en estos momento es igual de importante que el nuevo escenario accionarial. Con la temporada ya iniciada y el cierre del mercado de fichajes a la vuelta de la esquina, el club trata de perfilar toda una serie de posiciones que a día de hoy cojean. Se presentan días frenéticos en el Mallorca a todos los niveles.