Gabriel Cerdà quiere que Dudú Aouate decida esta semana si compra o no sus acciones. Nada de esperar a final de mes. El presidente apremia a Dudú en público y en privado. Lo hizo el sábado en la presentación de Assulin y Markovic cuando recordó al exjugador que tiene otros inversores preparados para dar el paso, pero también le ha manifestado en privado que es momento de decidir y sobre todo, quiere saber con detalle quién apoya económicamente al portero.
Si hace una semana dijo en rueda de prensa que ahora sí se fiaba de los inversores de Dudú y de su ‘músculo financiero', los últimos movimientos le hacen sospechar que puede que la realidad sea diferente, sobre todo por el perfil de jugador que se está fichando.
Desde el punto de vista deportivo, las contrataciones mantienen el perfil de los hombres que venía fichando Nadal hasta la fecha y nada tienen que ver con los futbolistas de postín que inicialmente debían recalar en el club.
La conexión
Esta situación hace pensar a Cerdà que la principal conexión que tiene el guardameta es con Fali Ramadami y el presidente ahora solicita respuestas a Aouate. El portero pide tiempo, sobre todo para concretar las necesidades económicas del club, pero inicialmente Dudú ya conoce las obligaciones a corto plazo desde el punto de vista económico y pide un poco más de margen para tener el informe económico que ha solicitado y a partir de ahí obrar en consecuencia. Sin ir más lejos este mes el Mallorca ingresará 2.256.000 euros y gastará en pagos no aplazables 2.878.000. No hay dinero para más.
Visualizar lo que puede ocurrir en el Mallorca es muy difícil, pero a día de hoy Cerdà está inquieto, Aouate se mueve sin pausa, pero con prudencia, y el club necesita liquidez para hacer frente a todas las obligaciones a corto y medio plazo. Además, necesita traspasar jugadores para conseguir de esta forma dos objetivos: de una parte aumentar el presupuesto deportivo y de otra poder disponer de mayores recursos para disponer de más liquidez en estos próximos meses. Aouate y el grupo que le apoya, ha empezado a planificar la plantilla y colocar a su entrenador y después decidirán sin compran o no. Es una ilógica solución porque lo normal primero es comprar y después ejecutar, pero en el Mallorca lo ilógico se ha convertido en habitual y ahora Cerdà recela de los movimientos que está viendo y quiere seguridad en el paso que va a dar de vender sus acciones y dejar definitivamente el club en manos del exportero.
Cerdà sabe que tiene perdida la batalla del apoyo popular porque la afición quiere a Dudú Aouate como quedó demostrado el pasado miércoles en el Ciutat de Palma, pero el consejero de Pollença ha demostrado que aguanta firme en situaciones límite y si sus expectativas en todos los sentidos no se ven colmadas, puede darse cualquier giro radical. Fuentes consultadas por esta redacción confirman que efectivamente Cerdà está meditando seriamente qué hacer en las próximas horas. Es fundamental que Aouate mueva ficha lo más rápido posible.