Adolfo Enríquez ya lleva puesta la camiseta del Mallorca. Fofo, el octavo futbolista que cruza este verano la verja de acceso a Son Moix, rubricó ayer de forma oficial su compromiso con el club hasta el año 2016 y se puso a las órdenes de Miquel Soler después de ser presentado vestido de rojo ante los medios. El delantero de origen palmesano llega para habitar en la parcela más avanzada de un vestuario que después de varias semanas de trabajo empieza a tener una forma más o menos definida.
«La espera se ha hecho larga pero sabía que tarde o temprano se cerraría todo y podría venir aquí», destacaba el exatacante de la Ponferradina, que desde que superó las pertinentes pruebas médicas durante la mañana del lunes, solo estaba pendiente de que el consejo le hiciera el último nudo a su contratación. «La verdad es que tenía bastantes ofertas pero me decidí por el Mallorca porque desde pequeño he querido jugar aquí. Vestir esta camiseta es un orgullo para mí y espero que este año podamos hacer cosas importantes», remarcaba en su primera rueda de prensa desde Son Bibiloni.
Fofo llega avalado por la buena temporada que ha redondeado en El Toralín, la mejor de su trayecto como profesional, que ha adornado a su vez con diez tantos. En esa dirección, no obstante, se niega a hacer cábalas y apuesta por un discurso más prudente. «Nunca me planteo a principio de temporada cuantos goles voy a meter, si puedes ser muchos mejor, pero lo importante es ayudar al equipo. A la afición le digo que vamos a dejarnos todo en el campo. Espero aportar mi granito de arena para que el equipo pueda hacer grandes cosas», proseguía. «Si puede ser con goles mucho mejor, pero yo estoy para ayudar a los compañeros. Me apetece este proyecto, se está apostando por buenos futbolistas y esto es importante para todos y esperemos que todo salga bien a final de temporada», aclaraba.
Deseo
Uno de los párrafos más llamativos de la primera comparecencia de Fofo como mallorquinista lo redactó al referirse a su deseo de jugar en la Isla en la que nació hace 24 años. «Desde pequeñito me ha gustado mucho el Mallorca y para mí es un sueño jugar en esta ciudad, en este estadio. El año pasado fue una liga muy complicada, podía ganar cualquier equipo en cualquier campo»