Utz Claassen ha encontrado un sorprendente aliado en su intento de arrojar algo de luz sobre las cuentas del Mallorca. Llorenç Serra Ferrer se ha alineado en las últimas semanas con el consejero alemán y ha remitido un escrito a todos los consejeros del Mallorca en el que le pide al presidente Cerdà que facilite información económica al resto del órgano de gobierno y en el que reconoce que «no hay nada que objetar» a que durante las próximas reuniones se aborden, entre otras cosas, los puntos referentes a la viabilidad del club.
En el escrito enviado por el máximo accionista destacan tres puntos principales y en el segundo de ellos afirma «nada hay que objetar por nuestra parte, antes al contrario, a que se facilite por el presidente del consejo de administración la información solicitada», en referencia a las múltiples quejas de Claassen a ese oscurantismo que preside ciertos aspectos de la vida del club. «A mí me han negado el derecho a la información desde hace años», se lamentaba el germano la semana pasada, tras su prematura salida de la última reunión del consejo de administración rojillo.
Medidas
La carta de Serra Ferrer avanza destacando, además, que tampoco existe ningún tipo de problema por su parte en que «se incluyan los puntos pedidos por varios consejeros y en especial los puntos relativos a 'adoptar las medidas que salvaguarden la posible viabilidad del club' y 'decisiones oportunas para cumplir con las obligaciones legales que impone la situación actual' sin ninguna limitación. Máxime cuando esta parte ha insistido hasta la saciedad para que se considere incluso la medida de la ampliación de capital». El comunicado también hace referencia a la controvertida due diligence detenida a finales de marzo por el propio Serra Ferrer y Cerdà. En ese sentido, afirma el máximo accionista que «siempre ha estado de acuerdo en su realización pero no por PricewaterhouseCooper (PwC) dadas las estrechísimas relaciones de PwC con determinados consejeros y máxime cuando dichos consejeros a través del mismo señor Ichaso -uno de los abogados de Utz Claassen- han instado un procedimiento que se sigue actualmente en los Juzgados de Palma». A su vez, exige que el asesoramiento jurídico especializado «sea prestado por despachos profesionales de reconocido presitigio de la plaza».
La preocupación de Claassen por conocer al detalle el estado financiero del club viene de lejos. De hecho, algunos puntos ya se trataron coincidiendo con la reunión del consejo de administración del pasado 15 de abril. «Va a ser necesario hacer algo para solucionar los problemas que tenemos», explicaba ese día el accionista y consejero alemán al respecto de las dificultades del club en cuanto a su liquidez. «El club hará lo imposible para cumplir el presupuesto y no habrá deuda», le replicaba Cerdà. «Dejé la gestión directa del club el 31 de diciembre y los estados contables eran correctos y los estados intermedios auditados están perfectos. Si es así, no debería faltar dinero. Hubo unas personas que asumieron el control del barco y al ver que no podían manejarlo se han lanzado de él», añadía el presidente, que siempre ha negado en público la existencia de esos problemas a pesar de que el Mallorca ha tenido que activar en el último mes una serie de mecanismos pasa suavizar sus crisis.