Dos partidos, 180 minutos, decidirán la supervivencia del Real Mallorca. El club balear, instalado de lleno en la lucha por sobrevivir en el fango de Segunda División, se aferra a sus batallas ante Real Jaén y Girona, rivales directos, para inyectarse una dosis extra de confianza y afrontar los dos últimos capítulos del curso (Las Palmas y Córdoba) con la permanencia en el zurrón.
La cita frente al conjunto andaluz es vital. El triunfo le supondría adelantar a los jienense en la clasificación, embolsarse el punto extra del golaverage en caso de ganar por dos goles de diferencia -perdió 2-1 en La Victoria- y frenar la peor racha de la temporada (dos puntos sobre 21 posibles) que le ha condenado al precipicio de la categoría.
Para relanzar la importancia del encuentro, el Mallorca ha solicitado a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) un cambio de horario para el encuentro que el sábado le debe enfrentar al Jaén a partir de las 18.15 horas para no coincidir con la final de la Liga entre Barcelona y Atlético de Madrid que arranca a las 18.00 horas. La intención del club balear sería retrasar el partido a las 20.30 ó las 21.00 horas, para permitir que sus aficionados puedan acudir a Son Moix después de seguir el choque que decidirá el campeón de Liga.
Compromiso
Después de firmar un Los Pajaritos un empate que no le permitió respirar a pleno pulmón, la plantilla isleño se reúne hoy de nuevo en Son Bibiloni para prender la mecha del compromiso del sábado. Situados con solo un punto por encima del barranco, con varios duelos directos perdidos y un golaverage general terrible (-13), el Mallorca se autoexige ganar al Jaén, un grupo que pierde crédito a domicilio -8 salidas consecutivas sin alzar los brazos-, pero que también se juega la vida. Y es que una victoria en Son Moix le impulsaría hasta los 50 puntos, una cota que suele ser sinónimo de permanencia en la categoría de plata.
El mallorquinismo estará pendiente de Son Moix, pero también mirará de reojo a otros escenarios. Y es que se presenta otra jornada explosiva, otro fin de semana de radio y calculadora. Aunque el equipo de Carreras todavía depende de sí mismo para amarrar la categoría, con la victoria como precepto obligado, la jornada deparará otros enfrentamientos que alterarán el destino de los isleños.
En Ponferrada, el conjunto berciano intentará dar el último paso hacia la permanencia ante un Numancia que se ha metido en el pozo. Los cuatro equipos metidos ahora en el fango de la Segunda División B afrontan compromisos dispares. Así, el colista Hércules recibe en casa a un Alcorcón al alza que pierde fuelle a domicilio.
El Deportivo Alavés, penúltimo, acude a Lugo para medirse a otro rival en la zona tranquila, mientras que el Castilla recibe a un Las Palmas en busca del ascenso directo y el Girona visita al Recreativo de Huelva, a apenas un punto del playoff.
Pero más allá de cábalas, el Mallorca debe frenar su caída y ganar su primera batalla. La supervivencia está en juego.