Utz Claassen ha solicitado al presidente del consejo de administración del Real Mallorca, Gabriel Cerdà, analizar el estado y previsión de tesorería y sus posibles repercusiones de cara a un futuro inmediato. El consejero alemán ha alertado a Serra Ferrer y al propio Cerdà de la difícil situación a la que se acerca el club balear porque existe el peligro real de disolución al no poder asumir los pagos comprometidos y enmarcados en el convenio de acreedores que la institución debe cumplir de forma escrupulosa.
En un documento remitido a todos los miembros del consejo del Mallorca, el germano exhibe su preocupación por el desarrollo que están tomando los acontecimientos desde el punto de vista económico y que han salido todavía más a relucir desde la renuncia de Michael Blum como apoderado al temer consecuencias graves por verse obligado a firmar compromisos económicos que el club previsiblemente y con la información que obra en poder de Claassen, no podrá cumplir a corto plazo.
Indica el consejero alemán en su escrito que es muy preocupante el hecho de que Blum no quiera «estampar su firma» en documentos que comprometan al Mallorca cuando existen dudas reales de que la entidad pueda reflejar «tesorería negativa a partir del mes de mayo».
Claassen califica de «escandaloso, inaceptable y preocupante» que Gabriel Cerdà haya manifestado en el seno del consejo que él dispone de «informaciones adicionales» respecto a la realidad económica del Mallorca y que no haya querido todavía compartirlas con el resto de miembros del consejo de administración del Real Mallorca.
Ante las sospechas evidentes de que a corto plazo la SAD Balear puede tener que afrontar problemas de liquidez, recuerda que «el artículo 142 de la Ley Concursal dice que el deudor, o sea, el Real Mallorca, su consejo de administración o sus administradores de hecho, deberá pedir la liquidación cuando, durante la vigencia del convenio, conozca la imposibilidad de cumplir los pagos comprometidos y las obligaciones contraídas con posterioridad de la aprobación del convenio». Claassen recuerda a Serra y Cerdà que si el deudor «no solicitase la liquidación, podrá hacerlo cualquier acreedor que acredita la existencia de los hechos que pueden fundamentar una declaración de concurso».
Este escenario debe motivar, según el ejecutivo alemán, que el consejo se implique en esta problemática y que es «necesario e imprescindible» tratar este tema en la reunión del consejo de administración previsto para esta tarde con el fin de analiar cómo evitar y solucionar una situación «que podría conllevar el riesgo de una liquidación de la institución».
Cabe recordar que el calendario y las cantidades que debe abonar en Segunda el Mallorca supone un 5 por ciento anual sobre el crédito ordinario, debiendo en tal caso adicionarse el 16% del siguiente año que el club milite en Primera el porcentaje que se hubiera dejado de satisfacer. En Primera División el Mallorca tiene un periodo de diez años para satisfacer una deuda que se sitúa por debajo de los cuarenta millones de euros.