El centro del campo define la personalidad de un equipo. Sujeta la estructura del bloque. Mide la capacidad para crear y destruir. En el Real Mallorca, esta posición clave se ha convertido en un carrusel, en un tiovivo por donde suben y bajan jugadores. El extremeño David Generelo y el brasileño Iriney Santos han sido los últimos en desfilar por una demarcación que ha exprimido la capacidad de cambios de José Luis Oltra y que, a la vez, se ha convertido en su principal quebradero de cabeza.
Aunque aún no se encuentran en su mejor versión, Generelo e Iriney mostraron en Santo Domingo que pueden aportar cosas. El brasileño enseñó sus dotes de mando, se convirtió en la extensión del entrenador en el terreno de juego. Fue la primera opción para salir con el balón jugado desde atrás. Generelo, después de un primer tiempo impreciso en los pases, se fue entonando para acabar a un buen nivel. Se ubicó unos metros por delante del brasileño y demostró tener criterio a la hora de circular el balón así como fuerza en el choque.
Abanico
Con el diseño utilizado en Alcorcón, el técnico valenciano ya ha probado a casi una decena de parejas en el doble pivote, con alguna variante excepcional por el trivote. A pesar de todas las opciones, las posibilidades que ha probado Oltra, en un porcentaje notable de ellas aparece Thomas Teye como denominador común. De hecho, alrededor del pivote ghanés ha girado el centro del campo del equipo isleño.
La dupla más utilizada por el preparador valenciano ya no podrá repetir porque uno de sus protagonistas viste ahora la camiseta del Athletic. Oltra probó a la pareja Thomas-Iñigo Pérez en 7 partidos con un balance de 5 victorias (Alcorcón, Mirandés, Barça B, Tenerife y Castilla) y dos derrotas (Murcia y Zaragoza).
La siguiente pareja predilecta por el preparador levantino es la formada por Thomas y Pep Lluís Martí, aunque apenas generó dividendos. En el caso contrario aparece el dúo Vallejo-Thomas, ya que con ellos manejando la brújula del equipo, el Mallorca no conoce la derrota.