Pau Cendrós tiene marcado en rojo el partido del domingo. Por varias razones. Para empezar, porque puede disputar sus primeros minutos como futbolista del Alcorcón, el club al que llegó para poner fin a su aventura belga a falta de solo unos días para que se clausurara el mercado. Y, por encima de todo, lo que hará realmente especial el encuentro a los ojos del lateral será el rival de turno, su equipo de toda la vida. El defensa mallorquín, que también estrenaba ayer entrenador (Bordalás cogió los mandos del conjunto alfarero para sustituir a Miguel Álvarez), va a entrometerse por primera vez en el camino del conjunto isleño, del que salió hace un año y medio por la puerta trasera. Por si eso fuera poco, lo hará después de que el pasado verano el director deportivo del club, Llorenç Serra Ferrer, abortase un regreso que estaba perfectamente encarrilado después de que fuera publicado por Ultima Hora.
Las negociaciones entre el Mallorca y Cendrós culminaron el 1 de agosto. El club andaba a la caza de un lateral después de que se frustrara la continuidad de Alan Hutton y contactó con el mallorquín, comprometido en aquel momento con el KAA Gent La buena predisposición del futbolista, que había aceptado incluso un recorte notable con respecto a las cantidades que percibía en Bélgica, propició que ambas partes sellaran un pacto para cuatro temporadas que quedaba únicamente a expensas del visto bueno del club flamenco, que en aquel momento poseía los derechos del jugador hasta junio de 2014. Sin embargo, el hecho de que la operación se hiciera pública el pasado 2 de agosto enervó a Serra Ferrer, que echó el freno de mano para acabar apostando posteriormente por el portugués Miguel García.
«Es verdad que se molestó, aunque no creo que sea importante. Pero eso fue lo que me llegó a través de mi representante, sí», confirmaba ayer el propio Cendrós en los micrófonos del programa Onda Deportiva de Onda Cero. «Es cierto que se había llegado a un acuerdo y que no le cayó bien que saliera», subrayaba el defensa.
Cendrós, que tras ese portazo del Mallorca no tuvo suerte en Gante (el club destituyó a Víctor Fernández y el nuevo entrenador no contó con él en ninguna ocasión), recuerda que «había jugadores de la casa que teníamos lo que se necesita, que es experiencia en Segunda. Pero si no tienes trabajo en tu casa tienes que buscarlo donde te lo den. Será extraño, pero ojalá el míster apueste por mí el domingo».
«Había jugadores formados en la casa que teníamos lo que necesita el Mallorca, que es experiencia en Segunda División»
Pau Cendrós, sobre su fallido fichaje del pasado verano